Cine en el marco de lo real

El pasado domingo 5 dio comienzo la décima edición de Documenta Madrid, el festival internacional de cine documental más prestigioso de la capital que goza de una buena repercusión más allá de nuestras fronteras. La ocasión reúne a varias salas de Madrid como sedes colaboradoras que se vuelcan con el proyecto: Cine Doré (Filmoteca Española), Casa América y Casa Árabe, y tiene como sede principal la Cineteca del Matadero de Madrid.

Mikel Olaciregui, uno de los nuevos directores del evento, ha declarado que este año el certamen se presenta “con el doble propósito de consolidar su posición de festival de referencia entre los que se celebran en la capital y continuar su imparable y necesaria escalada en el ranking de los festivales dedicados al género documental que se celebran en el mundo”. Y es que en esta edición el nuevo equipo ha reestructurado el festival con la intención de internacionalizarlo, aunque sea a costa de perder alguna que otra sección. El presupuesto no da para todo.

A lo largo de la semana se presentarán las 75 películas seleccionadas de entre las más de 1100 solicitudes recibidas, y el público asistente tendrá ocasión de conocer a los directores de los documentales en las “Tertulias en la Cantina”, donde directores y productores compartirán sus experiencias.

Con esta cita se pretende potenciar y difundir un cine hoy en auge aunque con cierto carácter minoritario, el “cine de lo real que privilegie la información y el interés social sobre la actualidad del mundo”. Los límites son difusos, pero la mirada es certera.