Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

El desahucio de la corrala de Sanlúcar, suspendido in extremis por un acuerdo con la Sareb

En espera del desalojo de la corrala que no llegó a producirse

El desahucio previsto para las seis de la mañana del lunes en una corrala de Sanlúcar de Barrameda ha sido suspendido después del acuerdo alcanzado entre la abogada de las once familias afectadas y la Sareb, también conocido como “banco malo”.

Fue una noche muy larga y de una gran tensión para estos vecinos, que contaron en todo momento con el apoyo del colectivo Las Corralas de la Dignidad, que lucha desde hace años para conseguir que las personas que ocupan viviendas vacías puedan vivir en condiciones dignas.

Desde el pasado viernes tenían los afectados la esperanza de que la Sareb llegara a un acuerdo, pero como esa intención no se plasmaba en un documento por escrito, a las seis de la mañana del lunes esperaban con temor la presencia de la policía judicial para llevar a efecto el desalojo. Éste no se produjo y, pasadas las nueve de la mañana, recibían con alborozo la noticia de que había acuerdo y que podrían disfrutar de un alquiler social.

Así pues, la propiedad de los inmuebles de la calle Bolsa y Trasbolsa de Sanlúcar, que llevaban trece años cerrados, ha decidido solicitar la suspensión del lanzamiento y ha quedado rubricado que los hechos denunciados en un primer momento no son constitutivos de infracción penal.

Badia Hamar Faitah, la abogada de los afectados, señala que el caso afecta “a personas que han perdido sus trabajos primero y después sus viviendas por no poder pagarlas. Han tenido que meterse en pisos vacíos porque no tenían donde dormir y son pisos que previamente habían sido embargados a otros propietarios. Ahora podrán afrontar un alquiler social porque estaban viviendo una situación muy delicada. En el Ayuntamiento no les dejan empadronarse pese a ser de Sanlúcar y sin estar empadronados no pueden acceder a algunas ayudas sociales”.

“No queremos quitarle a nadie lo suyo”

María José, una de las vecinas de la corrala, estaba exultante de alegría tras conocer que ya había confirmación de que no sólo se había paralizado el desahucio, sino que ya estaba suspendido. “Ha sido una gran sorpresa porque ya esperábamos que vinieran los geos a echarnos. No teníamos ninguna esperanza. Tenemos que dar las gracias a nuestra abogada y a los colectivos que nos han apoyado en todo momento”.

“Los pisos eran del banco, llevaban unos 14 años cerrados y decidimos entrar. Yo había sido desalojada de mi alquiler anterior y me sentía mal por no poder pagar a la señora que era la dueña. Me informé antes de entrar aquí, igual que todos los vecinos, para no perjudicar a nadie. Con nosotros viven 15 menores y por ellos hay que hacer lo que sea”, afirma convencida la sanluqueña, que cobra 213 euros al mes de una ayuda.

Verónica, otra de las vecinas, se alegraba especialmente por poder mirar a los ojos a su hija y decirle que no tendrían que marcharse, que seguían teniendo un hogar. “Mi hija me preguntaba ayer si era la última noche que íbamos a dormir aquí y a mí me entraba una pena muy grande. Por eso para mí esto es más importante que si me hubiera tocado la lotería. Ya vamos viendo un poco más de luz, se ha parado esto. Somos 11 familias, no tenemos dónde ir y estos pisos llevaban cerrados 13 ó 14 años. Sólo pedíamos un alquiler social, tener derecho a un techo. Le damos las gracias a todos los que han estado con nosotros porque lo menos que puede tener una persona es un sitio donde estar con sus hijos. No queremos quitarle a nadie lo suyo, sólo vivir con dignidad”.

Etiquetas
stats