Una de las queserías más premiadas de Gran Canaria teme por el futuro de la ganadería caprina en el archipiélago

José Miguel Ortega y Francisca Olga Pérez agradecieron este viernes la visita de cortesía que le hicieron la primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, Elena Álamo Vega, y el concejal de Agricultura y Ganadería, José Carlos Álamo.

El Diario Agrícola

Las Palmas de Gran Canaria —

La quesería La Gloria (San Bartolomé de Tirajana, en Gran Canaria), que lleva obteniendo premios casi de forma ininterrumpida desde 2009, temen por la definitiva desaparición de la ganadería caprina en Canarias si se siguen reduciendo algunas ayudas directas que esa actividad recibe cuando los precios de sus productos transformados mantienen el mismo precio “desde hace 15 años”.

El matrimonio formado por José Miguel Ortega y Francisca Olga Pérez, que durante 16 años han sacado adelante la empresa familiar fundada hace más de medio siglo por los padres de él, también echan de menos “que la ganadería y el sector del queso tengan en esta isla la misma importancia y respeto que se les profesa en países como Francia e Italia, porque aquí se consume mucho queso, pero no se valora en su justa medida el trabajo y la dedicación que hay detrás del mantenimiento de empresas familiares como La Gloria”.

A pesar de que los quesos artesanales puros de cabra curados y semicurados de la quesería La Gloria, alejada del ruido en los altos rurales de la zona turística de San Agustín, llevan casi una década recibiendo premios de todo tipo en Gran Canaria y también a escala internacional, aseguran que los reconocimientos apenas tienen repercusión y solo sirven para alentar y prestigiar el esfuerzo y duro trabajo personal que realiza a diario el matrimonio responsable de la quesería.

La calidad del queso

En estos momentos, La Gloria cuenta con un ganado formado por casi 2.100 cabras, de las que cerca de 1.500 ya son grandes y productoras de leche. Son las que permiten que José Miguel Ortega y Francisca Olga Pérez, los únicos que ejercen de queseros, hagan a diario una media de entre 260 y 280 kilos de lácteos.

Solo fabrican quesos curados y semicurados porque los tiernos -dicen- precisan de un procedimiento de pasteurización que no les gusta, y además no están por la labor de añadir ningún componente químico a unos quesos artesanales que ahora hacen 100% naturales.

“El truco para mantener la calidad y el sabor de los quesos está sobre todo en la calidad de la leche y en no variar sus proteínas en el corte de la cuajada, pero también en el cuidado y volteo que se le dé a los quesos dentro de la cámara de conservación”, afirma el matrimonio.

A eso se añade que el ganado pasta libre en las laderas, aunque en su alimentación también se invierten seis contenedores de 12.000 kilos al mes, con precios fluctuantes, y también que la quesería está perdida y sola en un lugar donde no llega el wifi, pero donde la temperatura se mantiene casi constante y suavizada por la cercanía del mar.

Medalla super oro en la World Cheese Awards

El último premio internacional que cosecharon en Londres por ofertar uno de los mejores quesos de cabra del mundo ha motivado que el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, los reciba el lunes. Al parecer podría hacerles partícipes de la campaña de promoción sobre el consumo de productos de la tierra que el Ejecutivo autonómico tiene previsto lanzar próximamente, la relacionada con Crecer Juntos.

Aquella medalla súper oro de la World Cheese Awards también ha servido para que un grupo de casi 40 turistas se acercaran caminando hasta la propia quesería para interesarse por su producción y comprar el queso premiado.

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