El sector pesquero canario en 2016

Pescadores de Fuerteventura. (CARLOS DE SÁA)

Fernando Alemán

Las Palmas de Gran Canaria —

El Diario Agrícola nació en agosto de este 2016 que nos dice adiós. Somos jovencitos y con adicciones y vicios: el de la ética y la veracidad de la información.

Tenemos ilusión y muchas ganas de servir al sector primario con las mismas ilusiones y ganas que a la ciudadanía, que es en definitiva donde va a parar tanto el producto agropecuario como el informativo.

También ha quedado claro en estos meses el compromiso en la defensa de un sector que desde hace mucho tiempo ha sido dejado de la mano de dios, cierto que en algunas islas más que en otras, pero también es verdad que algunos políticos han pensado más en la importancia del voto del sector que del sector en sí y los hechos así lo demuestran.

A nadie le descubrimos la importancia que tiene la pesca en nuestras islas, pero no deberíamos olvidar nunca un hecho muy concreto: quién nos abraza es la mar y que somos isleños, que nuestra relación con la pesca y evidentemente con los pescadores ha sido desde siempre y así debería seguir.

Atún rojo

El atún rojo y sus mínimos para Canarias ha sido uno de los elementos en el que más tinta y tiempo se ha gastado en el sector, en la clase política y alguno más. Duele y molesta el tiempo perdido para no sacar nada de nada por parte del Gobierno Canario.

Los pescadores artesanales están en este aspecto igual que el día uno de enero, o puede que un poco peor, ya que si bien este año se llegó a las 140 toneladas, puede que el próximo no se llegue a ese tonelaje. Pero no se pierde la esperanza.

Atún blanco

Atún blanco o barrilote, buen año para los pescadores dedicados al mismo, pero (siempre hay un pero), por sorpresa cogió el Ministerio y Europa al Gobierno de Canarias y a los pescadores, y que en octubre decidieron cerrar las capturas mandando a casa a los que de eso viven hasta el próximo año.

Unido, claro está, a la orden de 30 de Noviembre de 2015 que pone en solfa a los pescadores canarios y a sus artes de pesca, y recurrida por la Federacion de Cofradías de Las Palmas en doce de sus artículos. Orden que no está avalada por ningún estudio con rigor científico, ni consensuada con los pescadores que siguen a la espera de que se resuelva el recurso.

Sigue vivo el furtivismo, esa lacra que hay que erradicar, y para eso los profesionales piden mano dura y más medios humanos y materiales y que se cumpla a raja tabla algo que es muy fácil de hacer y que hace posible un mayor control de la primera venta, donde se pesa y se mide lo que se pesca.

Y por ahí se empieza a parar el furtivismo y se hace posible una mejora para que los que vienen detrás puedan seguir viviendo de tan hermosa profesión.

Artesanales

Para los pescadores artesanales canarios este ha sido un año duro, como otros muchos, pero a este hay que añadirle la división que se ha producido desde que fueron las elecciones a la Federación Regional y ese afán de romper la unión de los pescadores de Gran Canaria por parte de su Presidente, Fernando Gutiérrez, y con la callada ayuda del Gobierno de Canarias, presuntamente por no saber parar a tiempo ese cisma.

Y es que no se puede presidir una Federación Regional intentando hundir y desprestigiar a las Cofradía de Arguineguín, de Castillo del Romeral y Agaete para hacer desaparecer a sus actuales dirigentes que han sido elegidos democráticamente, diciendo que son ilegales, según palabras de su presidente, con especial énfasis hacia las de Arguiniguín y Agaete.

No se construye la unidad a base de destruir a los que no piensan igual. Hasta tal punto se han hecho las cosas mal, que casi finalizando el año Puertos Canarios cesa a un representante: Gabriel Jiménez, Presidente de la Cofradía de Agaete, de la Federación Provincial de las Palmas y Vicepresidente de La Federación Nacional, elegido democráticamente por el Consejo Asesor para en su lugar y a dedo poner a Gutiérrez, dejando sin representante a una parte muy importante de los pescadores canarios,. Además, Jiménez cuenta con una experiencia de más de treinta años en el sector (y pescando).

Lo que sí piden los pescadores, al menos en Gran Canaria, es planificación, planificación y más planificación. Que se hagan las cosas con el rigor que urge un tema tan importante y que afecta a tantos. Que no se haga solo desde los despachos y sí desde el dialogo y con estudios veraces. Pero sobre todo con la participación activa de los que se dedican a la pesca artesanal, los profesionales del sector, es decir, los pescadores.

Y eso parece que al menos en Gran Canaria se empieza a vislumbrar con la puesta en funcionamiento por parte del Cabildo Insular, y más concretamente de la Consejería del Sector Primario Aguas y Soberanía Alimentaria, de la mesa de la pesca.

Esperemos que esa mesa dé sus frutos en un tiempo no lejano. Bueno sería.

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