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ICOMOS pide renunciar a la torre del Puerto de Málaga por su impacto “irreversible”

El Pleno, en contra de rechazar el futuro hotel del puerto de Málaga

Néstor Cenizo

Un organismo internacional ha lanzado este jueves una señal de alarma sobre la torre de 135 metros de altura proyectada para el Puerto de Málaga. El Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), consejero técnico de UNESCO, propone “renunciar” al proyecto de hotel-rascacielos porque, según dice, no identifica ni entiende ni protege el paisaje patrimonial de la ciudad y del puerto, “a pesar de sus 3.000 años de antigüedad”. Según el informe que ha elaborado ICOMOS, el proyecto altera el “paisaje patrimonial histórico” de la ciudad de forma “irreversible”.

Los expertos que han elaborado el informe advierten de que el impacto del edificio, una mole de 135 metros de altura, no tendrá vuelta atrás. “Tanto desde el punto de vista visual y objetivo, como desde el subjetivo y simbólico, el impacto degradaría la imagen y los excepcionales valores paisajísticos de la ciudad”, explican.

El informe es especialmente crítico con el proceso seguido hasta ahora, y pide que en adelante cualquier construcción que pretenda levantarse en el muelle de Levante, donde está proyectado el rascacielos, contenga una “reflexión y conocimiento previos, serios y profundos de los paisajes a los que afectaría y de cuál sería el alcance de su impacto” y se adapte a “la escala propia del lugar”, que en ese punto viene marcada por el hito de La Farola. El informe está firmado por Begoña Bernal, presidenta del Comité Nacional Español de ICOMOS, profesora de Patrimonio Urbano y Patrimonio Natural de la Universidad de Burgos.

La construcción del rascacielos, que promueve un grupo catarí, ha generado un enorme debate en Málaga, con el grupo popular, PSOE y Ciudadanos a favor, y los grupos de izquierdas (Málaga Ahora y Málaga para la Gente) en contra. También se oponen el colegio de arquitectos, plataformas vecinales y la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo. A favor, la Confederación de Empresarios, las principales asociaciones de hosteleros y el medio escrito más vendido. La construcción tiene el respaldo institucional del ayuntamiento (gobernado por el PP), la autoridad portuaria (presidida por Paulino Plata, del PSOE) y la Junta de Andalucía, cuya Delegación de Medio Ambiente emitió en octubre su evaluación ambiental estratégica sobre el cambio de uso de suelo público.

Ese informe, aprobado por la vía simplificada y rápida, concluyó que la modificación y la consiguiente construcción del edificio no tenía “efectos significativos en el medio ambiente, que deben entenderse como alteraciones permanentes o de larga duración de un valor o recurso natural”. En el informe se argumentaba que la torre no tendría impacto visual porque, si el observador cambiaba de lugar dejaría de verla: “Determinadas vistas o perspectivas de la misma sí se verán afectadas por la existencia del hotel propuesto, y estas vistas son fácilmente modificables en función de la ubicación del observador”.

Ya entonces, dos catedráticos de la UMA cuestionaron que ese informe se ajustara a la ley, por cuanto parecía limitar el impacto a los efectos sobre el medio natural, obviando los efectos sobre los entornos construidos. “La ley deja muy claro que los impactos, las alteraciones y los desequilibrios se producen tanto en el medio natural como en el construido, en los paisajes naturales y en los artificiales, y que en los dos casos hay que evaluarlos con la misma firmeza”, escribieron María Jesús Perles y Félix López Figueroa. El informe de ICOMOS viene a apuntalar esa tesis, cuando recuerda que existe una Recomendación del Paisaje Urbano Histórico de la Conferencia General de Unesco de 2011, y que el paisaje urbano es un elemento identitario y un activo social, cultural y económico.

Plataforma: un informe “contundente y claro”

Los enviados de ICOMOS pasaron varios días del mes de junio en Málaga, donde visitaron la ubicación y realizaron decenas de entrevistas. Fueron entrevistados el arquitecto que firma el proyecto (José Seguí), el concejal de Urbanismo, Francisco Pomares, ecologistas, miembros de la Academia de Ciencias, miembros de la Plataforma que se opone a la construcción, y representantes de los partidos de la oposición que también son contrarios al rascacielos. No se entrevistaron, en cambio, con el presidente de la autoridad portuaria, Paulino Plata.

José Antonio Triviño, portavoz de la plataforma que se opone a la construcción del rascacielos, cree que el informe que acaba de hacerse público es “contundente y claro” y que “no caben interpretaciones”: “Viene a afirmar lo que decíamos nosotros y otras instituciones cualificadas de Málaga y ratifica lo que decimos: no queremos ese edificio en ese sitio”. “Hablar de paisaje es hablar de patrimonio. ¿Alguien piensa que a los malagueños nos va a salir gratis? Eso rompe la postal de la ciudad”, opina Triviño, que pide que el informe zanje el debate.

Según el texto del informe, el paisaje urbano de Málaga debe ser protegido por sus “características propias”, y por tratarse de “un emplazamiento de notable valor paisajístico que viene dado por la armoniosa circunstancia espacial de combinar montaña, llanura, litoral y río”. El informe recuerda que el desarrollismo tuvo un gran impacto en el paisaje urbano de Málaga, del que “aún son bien patentes sus huellas”.

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