El rector de Loyola recalca la “imagen distorsionada” de la universidad de Wert, al que insta a explicar su “modelo”

El rector de la Universidad Loyola Andalucía, Gabriel Pérez Alcalá, se ha pronunciado sobre la reforma universitaria a la que apunta el actual Gobierno de la Nación señalando que el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, se ha formado una “imagen distorsionada” de la universidad, al tiempo que ha recordado que “aún no ha dicho cuál es su modelo”, instándole en este sentido a informar sobre el mismo.

“Entonces se podría discutir si es razonable o no: hasta ahora lo que ha venido adoptando son decisiones parciales que en vez de llevar a un modelo universitario coherente llevan a un Frankenstein”, ha expuesto Pérez Alcalá en una entrevista concedida a Europa Press.

Respecto a las decisiones en sí, “desde el punto de vista de la universidad pública pueden ser bastante discutibles, pero la que ha suscitado el rechazo de todos ha sido la referida al asunto de las becas, con esa forma de hacerlo y de tramitarlo”, ha subrayado el rector de Loyola Andalucía, para el que España necesita “un debate sobre su educación en general y su educación superior en particular, sobre todo teniendo en cuenta que vamos hacia retos muy importantes”.

Entre ellos, Pérez Alcalá ha mencionado una demanda “creciente” de servicios universitarios a nivel mundial con otra “decreciente” nacional, así como el “gigantesco” cambio tecnológico, que propiciará situaciones que “van a alterar el panorama”, como la posibilidad de universidades privadas 'on-line'.

Por otro lado, el rector de Loyola ha subrayado, respecto al debate sobre la proporcionalidad entre el número de universidades públicas y privadas, que “no me parece que deba haber un número mágico”: “Si se mira desde el punto de vista único de la territorialidad puede haber inflación, pero hay que mirar al mercado global: en nuestro caso no pretendemos tener sólo alumnos de Andalucía, sino un porcentaje muy importante de estudiantes extranjeros”, ha manifestado, comentando que es preciso tener en cuenta los grandes flujos migratorios académicos.

A su juicio, “el debate no debe centrarse en si hay muchas o pocas universidades, sino en si son buenas o malas”. Y es que “si una universidad es un centro de pensamiento, investigación, formación, economía, conocimiento, innovación y patentes, y se redunda en una mejor calidad, supongo que cuantas más mejor: a nadie se le ocurre decir que cuántos hospitales se necesitan”, concluye.