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Susana Díaz lanza el mensaje de “no queda tiempo” para la investidura y la oposición echa el freno

El Parlamento andaluz rechaza por segunda vez la investidura de Susana Díaz

Manuel Ramos / Lucrecia Hevia

Las cuentas siguen igual: 47 síes frete a 62 noes. Susana Díaz deberá esperar para ser investida presidenta de la Junta de Andalucía al menos hasta el 14 de mayo, fecha en la que se ha convocado la tercera votación en el Parlamento Andaluz. Los grupos de la oposición (PP, Podemos, Ciudadanos e IU) han vuelto a votar este viernes contra la candidata socialista. Era lo esperado después del fracaso de todos los procesos negociadores impulsados en las últimas semanas. Desde el PSOE confían en iniciar una nueva ronda de diálogo en los próximos días para desencallar el asunto porque “no hay tiempo que perder”. Desde la oposición, se muestran abiertos a negociar pero no comparten la preocupación socialistas: será “sin prisas”. La legislación autonómica da dos meses de plazo para llegar al acuerdo, en caso contrario habrá que recurrir a la convocatoria de unas segundas elecciones autonómicas.

Díaz lanza un mensaje claro: “Andalucía necesita un gobierno cuanto antes, y da a entender que se siente acorralada por la oposición que actúa en connivencia para frenar la investidura hasta la celebración de las elecciones municipales dentro de dos semanas. Así presenta el escenario actual. Tras la votación de este viernes la candidata del PSOE tildó la situación de ”surrealista y rayando el ridículo“. La hoy presidenta en funciones acusó a Mariano Rajoy de ser el urdidor de lo que ha bautizado como ”el bloque del no“ y acusó al resto de grupos de la oposición de ”servilismo“. ”El presidente del Gobierno, que va de adalid de la responsabilidad y de la estabilidad en España, se presenta aquí a decir que el camino es bloquear, boicotear y frenar que Andalucía tenga un gobierno para nueve millones de andaluces“, dijo Díaz en referencia a la intervención de Rajoy en la apertura de campaña en Málaga.

Si la presidenta andaluza espera un guiño de Moncloa para desbloquear la situación, ya ha recibido respuesta tras la reunión del Consejo de Ministros de este viernes. La vicepresidenta Sáenz de Santamaría dijo que Susana Díaz debe ser consecuente y asumir las consecuencias de haber adelantado las elecciones.

Con la aritmética poniéndoselo difícil a los socialistas, estos habían barajado como opción más viable un pacto a tres en el que los recién llegados, Podemos y Ciudadanos, se abstuvieran en segunda votación. El acuerdo con Ciudadanos se había casi sellado con un pacto anticorrupción y se vislumbraba viable alcanzarlo con Podemos, a juicio de los socialistas. Pero algo se rompió tras la segunda sesión del debate de investidura del pasado miércoles. El PSOE tenía la sensación de haber cedido mucho y los partidos emergentes que se habían cubierto sus espectativas. Desde el PSOE han optado dar un paso hacia el PP, confiando en el que las llamadas a la estabilidad de Rajoy allanarían el camino. Sin embargo, desde Andalucía Juan Manuel Moreno da a entender que hay tiempo para el diálogo.

Negociaciones con todos los grupos

Los socialistas examinan con detenimiento el tablero de juego y replantean la estrategia, aunque con pocas esperanzas de encontrar una solución antes de las elecciones municipales, cuando también haya que pactar la gobernabilidad de los ayuntamientos. De momento, anuncian para los próximos días una nueva ronda negociadora con todos los grupos parlamentarios, incluyendo a Izquierda Unida, los antiguos socios de gobierno con los que las relaciones se cortaron de forma abrupta.

Toda la oposición señala que queda tiempo para el diálogo y la negociación, toda también coincide en que la solución no será rápida. Juan Manuel Moreno auguró que la tercera votación convocada para el 14 de mayo es la “crónica de un fracaso anunciado”. “Yo no estoy dispuesto a dar un cheque en blanco”, dijo Moreno a la salida del pleno. De momento, los socialistas cuentan con un documento con 146 propuestas del PP. Pero más allá de los papeles, la principal demanda de los populares es el compromiso por las dos partes de facilitar en todas las instituciones el gobierno de la fuerza más votada, cerrando la posibilidad a mayorías alternativas.

Podemos, tercera fuerza en el Parlamento andaluz, ha mantenido sus exigencias para desbloquear la investidura. Reclamaron que la Junta retire sus cuentas de entidades financieras ejecutoras de embargos de primera vivienda y una reducción drástica del número de altos cargos para que los puestos de directores generales sean ocupados exclusivamente por funcionarios. El primer punto el PSOE lo considera inviable desde el punto de vista jurídico; el segundo, desde el punto de vista político. A cambio han ofrecido una política más ambiciosa en materia de vivienda y reducir un 10% el número de altos cargos. “La relación con nosotros ha sido un poco bipolar, se ha pasado de los guiños a que no haya ninguna disposición a dialogar”, señaló Teresa Rodríguez a la salida de las votaciones. La diputada dijo que Podemos espera una nueva llamada para retomar el diálogo pero advierte al mismo tiempo que no habrá rebajas y que no comparten el mensaje “de alarma” que transmite el PSOE.

El gran problema para continuar negociando con Ciudadanos tiene un nombre: Manuel Chaves. El PSOE no está dispuesto a que se continúe poniendo el foco en el expresidente una vez que ya anunció que no volverá a ser diputado en la próxima legislatura. Molesta especialmente la actitud de Albert Rivera. Sus declaraciones desde Barcelona exigiendo la marcha inmediata de Chaves y contradiciendo el discurso de Ciudadanos en Andalucía, rompieron un acuerdo que se daba casi por hecho. Rivera, de campaña en Sevilla, ha insistido en culpar al expresidente andaluz de que las negociaciones estén bloqueadas. “Si Chaves, en vez de pensar en su proceso judicial por los ERE, pensara en los andaluces, hoy hubiera habido una votación distinta”, dijo.

Por último, el PSOE intentará que entre en juego en los próximos días un quinto actor: Izquierda Unida y sus cinco diputados. Estos han mantenido hasta ahora la postura firme de negarse a favorecer la investidura de Díaz. El debate en el pleno de esta semana entre Susana Díaz y el coordinador andaluz de IU, Antonio Maíllo, fue de los más broncos. “El que no la conozca que la compre”, dijo el portavoz de IU a la que fuera su socia de gobierno en la pasada legislatura. Este viernes, a la salida de la segunda votación, Maíllo pidió a Susana Díaz que dé el primer paso para abrir la negociación.

Tras dos votaciones en el Parlamento andaluz la ecuación sigue siendo la misma, el valor de los noes debe ser inferior a los 47. La actitud y capacidad negociadora de todos los actores parlamentarios determinarán si el problema se resuelve en cuestión de días o habrá que esperar semanas.

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