Caja Rural incumple el Código de Buenas Prácticas con familias de El Cuervo
Dos familias de la localidad sevillana de El Cuervo llevan dos años luchando para lograr una reestructuración de la hipoteca que tienen con Caja Rural. Por problemas laborales no pueden afrontar las cantidades pactadas y piden que la entidad cumpla. Por ello se han manifestado este martes pacíficamente frente a la sucursal de la localidad cuerveña.
Los afectados solicitan a la entidad bancaria una restructuración de su deuda hipotecaria o dación en pago con derecho alquiler social. A pesar de contar con un informe favorable del Banco de España -para el caso de la familia de David Romero- y estar en estudio en el caso de María Jose Herrera, por el momento no se ha dado solución ni respuesta por parte de la entidad bancaria a estas familias cuerveñas.
Para el cumplimiento del Real Decreto-Ley 6/2012, de 9 de marzo, los bancos podían acogerse de manera voluntaria al Código de Buenas Prácticas, que facilita la reestructuración viable de las deudas con garantía hipotecaria sobre la vivienda habitual para poder adoptar medidas encaminadas a la protección del deudor hipotecario. Ese plan deberá incluir una carencia en la amortización de capital de cuatro años, la ampliación del plazo de amortización hasta 40 años, y la reducción del tipo de interés aplicable a Euribor + 0,25 puntos. Todo ello es lo que debería cumplir Caja Rural porque se acogió voluntariamente al citado Código, pero no lo hace y por eso reclaman los afectados.
David Romero, joven desempleado de El Cuervo, lleva dos años de pelea. “Caja Rural no quiere concedernos la reestructuración, cuando están obligados a ello. Llevamos mucho tiempo luchando porque es lo justo. Yo nunca me he negado a pagar. Llevo ocho años pagando, estoy al día y me ha costado todos mis ahorros y mucho sacrificio. Yo he estado trabajando en la carpintería de aluminio, a la construcción, en una pastelería... He cogido siempre lo que me ha salido para cumplir siempre con el banco y ahora ellos no están cumpliendo conmigo. Estoy echando cuatro horas de trabajo y cobro unos 500 euros al mes, que es lo que tengo que pagar de hipoteca. Lo que gano es todo para la hipoteca. Por suerte, mis padres me ayudan para afrontar el resto de los gastos”.
La reclamación de David se apoya en un informe del Banco del España en el que se les da la razón al confirmar que Caja Rural no ha cumplido con el Código de Buenas Prácticas. El pasado viernes hubo una reunión con un representante de la entidad a la que acudieron las familias, el alcalde de El Cuervo, Francisco Cordero, y la delegada de Vivienda, Antonia Alcón, pero sólo reclamó más documentación y no aportó ninguna solución a corto plazo, por lo que los afectados siguieron adelante con su decisión de mostrar su situación a todo el pueblo de El Cuervo con esta concentración.
Manuel Gordillo quería montar un negocio en 2009, le salió mal y ahora no puede afrontar el pago de la hipoteca. Su hija Anabel comenta al respecto que “reclamamos lo que nos pertenece, pero la directora de la Caja nos dice que no. Ahora no hay un peligro a corto plazo de que nos desahucien, pero si siguen retrasando esto podría pasar. Nosotros no podemos pagar los 710 euros de hipoteca porque mi padre se ha quedado en la ruina y si no nos ofrecen una solución, no podemos hacer nada”.
“Han pedido acogerse a la ley y Caja Rural no cumple. Y no lo decimos nosotros, lo dice un informe del Banco de España. Ante eso sólo nos queda que ponerlo en conocimiento de la gente y también de la justicia. El que lo sufre es el vecino con la incertidumbre de perder la vivienda, en muchos casos siendo familias con muy pocos ingresos. Los bancos se muestran insensibles ante esa problemática”, denuncia José Antonio, secretario de la Plataforma Stop desahucios de Las Cabezas.
La directora de Caja Rural no ha querido hacer ninguna declaración al respecto y tampoco desde la oficina central de Sevilla. Rocío Calvo, secretaria general de Podemos de El Cuervo, denuncia además que “la directora de Caja Rural no sólo no aporta una solución, sino que además amenazó a los del bar que está junto a su oficina con perder un cliente por poner un cartel de la manifestación pacífica que íbamos a realizar para difundir toda esta situación”.
