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“Nunca se crean que esto es una democracia porque es una dictadura, pero encubierta”

Francisco J. Jiménez

Las tablas del Gran Teatro Falla son una pasarela por la que desfilan los asuntos que quitan el sueño al personal, pero tocados con bastante más arte que en las tertulias al uso.

La corrupción, el pequeño Nicolás, las campanadas de Canal Sur, la irrupción de Podemos... Aquí la cuestión es palpar cómo ese pueblo al que representan los carnavaleros enfoca cada asunto. Porque sucede como con los grandes gurús de la comunicación, que lo que cante una agrupación puntera crea opinión entre una inimaginable cantidad de ciudadanos. Sin ir más lejos, el Carnaval ha sido trending topic en Twitter en estos últimos días con las actuaciones de los autores más seguidos.

La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, sabe desde hace años que el termómetro del Falla es interesante para conocer realmente lo que siente la ciudad. Y según se ha podido oír desde hace días, el descontento de la sociedad española no pasa inadvertido para los letristas del Carnaval.

La chirigota Los Superpop, actual primer premio en su modalidad, sale este año con un tipo ochentero que hace las delicias de los cuarentones. Continuas referencias a esa década tan idealizada por los nostálgicos y mucho humor, pero también una crítica dura contra la democracia actual. “Llegan los años ochenta, ya Franco se ha muerto y España ha cambiado... Esa España que hace poco estaba en blanco y negro, ahora la transformaremos en una en colores. Cambiaremos la mantilla por chupas de cuero y la lista de reclutas por la de objetores. Al oro, que España después de la transición no la va a reconocer ni la madre que la parió. Pero el tito Paco antes de irse para el cielo consiguió dejarlo todo muy bien atado, siguen cerca del poder sus perritos falderos y un jefe de Estado al cual el pueblo no ha votado. Por eso nunca se crean si alguien les comenta que esto es una democracia porque es una dictadura, pero encubierta”, dice uno de sus pasodobles.

La comparsa rosa recurre al tipo (disfraz para los no iniciados) de periodistas especializados en corazón. Desde un punto de partida frívolo tocan muchos asuntos con cierta profundidad, como sucede con el reciente suceso del coche que se empotró en la sede del Partido Popular en Madrid. “Decías que era sólo un loco de atar el que su coche empotrara una mañana en tu sede, era sólo un loco de atar que un día perdió los papeles. Que lo detengan y lo juzguen y ya está, que aquí en verdad no pasa nada, que España ya está creciendo, qué bien lo estamos haciendo, y no hay que darle valor a la acción de un majara. Tú sigue palante con la ley de la mordaza, nadie saldrá de su casa pa poder manifestarse, que no te enteras que por lo visto aquí hay familias en la miseria y la paga de la abuela es lo que tienen pa comer. Un Gobierno que roba y roba sin miramiento mientras la gente hace cola en los bancos de alimentos, una corona que se pudre y una deuda por las nubes, pero España va genial. Ay, Mariano, en tu sede se estrellaron. Ahora puedes arreglarla y mirar para otro lado y después te olvidas de ese loco desgraciado. Tú sigues sin saber que tienes a un pueblo a punto de reventar, que no aguanta más putadas y miedo tiene ya poco, así que a mí no me extraña que muy pronto habrá en España cinco millones de locos”.

El regreso de Juan Carlos Aragón ha sido uno de los platos fuertes de las premilinares del concurso. Una vez más no defraudó porque sigue siendo una de las plumas clarividentes de la fiesta. Los millonarios, su comparsa, muestra un tipo alegórico en el que no queda muy claro de lo que van, pero su riqueza no se mide en euros y sí en valores. En uno de sus pasodobles pega un repaso a la política en el país: “(...) Pero mira tú por dónde que el banquero millonario, el patrón y el empresario, y el ministro impertinente están dándose la mano con más miedo que vergüenza esperando que la prensa pare el grito de la gente. Pero el grito de la gente es tan fuerte que resuena más que ninguna cadena y mas que las hojas de un diario, más que la leche que mamaron, que ahora se les está indigestando en sus entrañas, viendo que el pueblo de España se está uniendo desde abajo y que pueden irse al carajo Mariano, Pedro y el otro”.

Queda claro que desde el Falla también se pide cambio. Hay chistes sobre asuntos serios o comprometidos como la detención de tripulantes en el Juan Sebastián Elcano por tráfico de drogas o de ridiculeces como los palos para hacerse selfies con los móviles. La comparsa Qué penita de comparsa, una de las revelaciones, habla de una oferta leída en prensa en la que piden muchos requisitos para trabajar en el Mercadona mientras que para ser político no hace falta ni FP. “Sólo tienes que querer y te hacen una campaña. Te piden de requisito que tengas cuatro cuentas en Suiza y que no tengas vergüenza”.

No se le escapa una al autor de la comparsa Los aspirantes, que después de hacer un repaso sobre el caso Gürtel, los Pujol, los falsos Ere y los robos de los sindicatos en nombre de los obreros remarcan que los partidos políticos de siempre “ahora nos meten miedo porque dicen no hay que fiarse de los nuevos partidos porque puede que hagan que retrocedamos por lo menos un siglo. Y aunque Podemos estar engañados por salvadores de medio pelo nos da más miedo lo que ahora mismo estamos viviendo”.

Y no podía faltar un detalle de la chirigota del Selu: “Ahora es cuando se está bien aquí”, en la que unas señoras hablan de su yerno, que está metido en política. “Como siga tan honrado no lo van a querer en ningún partido político. Mientras que otros se hacen autónomos y se llevan 40 años pagando pa que le quede una porquería ellos se llevan millones pa estar en la cárcel 40 días”, dice uno de sus pasodobles“ (vídeo, CarnavalSur)

Quedan aún muchos días de concurso y serán muchos los temas que se expongan en el escenario del Falla,pero este es el principio de una encuesta con mucho arte en año electoral.

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