Las encuestas conocidas este fin de semana afianzan la ventaja del PSOE-A frente al PP-A
Los sondeos publicados este fin de semana como motivo del Día de Andalucía coinciden en afianzar la ventaja del PSOE-A sobre el PP-A si hoy fueran las elecciones autonómicas. No obstante, ninguno da mayoría absoluta a los socialistas, que estarían obligados a pactar en un escenario en el que irrumpen con fuerzas nuevas formaciones (Podemos y Ciudadanos) y se desinfla IU, hasta hace poco más de un mes socio del PSOE-A.
En este sentido, este domingo se ha conocido la encuesta de Metroscopia para El País, que da 34,6% de estimación de voto para el PSOE-A, seguido por un PP-A en caída libre (22,7%) pese a que ganó las elecciones autonómicas de 2012. En tercer lugar sitúa a Podemos, que irrumpiría en el Parlamento de Andalucía con un 16,7% de los votos, dentro de la horquilla habitual que están dando los sondeos a la formación de Pablo Iglesias y que suelen atribuirle entre un 15% y un 20% de los sufragios. Ciudadanos, según este mismo estudio, sería la tercera fuerza, con un 11,0% de los votos. Mientras, IU quedaría en quinto lugar, con un 6,8%.
También la encuesta publicada por el grupo Vocento le daba la victoria -igualmente sin mayoría absoluta- a los socialistas, con un 37,8% frente a un 30,7% para los populares. De este modo, pese a darle incluso mejores resultados a los socialistas que la de El País, es cierto que también amortigua la debacle del PP-A, y sitúa la diferencia entre las dos formaciones mayoritarias en siete puntos. El motivo es que este estudio, pese a que coloca como tercera y segunda fuerzas a Podemos y Ciudadanos, igual que la de El País, les da menos respaldos, con 12% y 5%, respectivamente. En el caso de IU, la ponen también en quinto lugar, con todavía menos votos: un 4,7%.
Con estos resultados en la mano, se carga de razones la idea de la presidenta y candidata del PSOE-A de adelantar las elecciones autonómicas un año, para colocarlas el próximo 22 de marzo, evitando que siga apuntalándose la fortaleza de las formaciones de nuevo cuño frente al descrédito que sufre el bipartidismo.
