Agricultura ecológica: innovación tecnológica y empatía con el consumidor como ingredientes
Produce un menor impacto ambiental y favorece la conservación de la biodiversidad. Son dos de las ventajas principales de la agricultura ecológica sobre las producciones hortofrutícolas convencionales. Pero hay más. Como el ejemplo en innovación y sostenibilidad en que suelen convertirse este tipo de explotaciones. Y que llegan hasta la mesa del consumidor.
Incluso hay quien atribuye mayores beneficios para la salud a estos productos. Hasta quien les otorga mejor sabor. Que sean alimentos saludables y con calidad nutritiva son algunos de los estándares apetecibles para la alimentación ecológica. Cada vez más demandada por huir del uso de productos químicos o de organismos modificados genéticamente y por el respeto natural y el equilibrio de la tierra.
Las cifras demuestran este auge exponencial en los últimos años. Andalucía, dicen los expertos, es la región que lidera la producción ecológica comunitaria. En un mercado creciente y que en Europa alcanza cifras cada vez más concluyentes: 24.000 millones de euros (con los últimos datos, de 2014) y un aumento del 7,4% sobre el año anterior.
España es el país con mayor superficie de la Unión Europea dedicada a la producción ecológica con 1,6 millones de hectáreas de cultivo. Y casi un tercio de la población española consume alimentos ecológicos, según el propio Gobierno. Las empresas del sector reducen además un 97% el uso de pesticidas y del 34-53% el de energía y fertilizantes.
Producción ecológica como ejemplo agroalimentario
Y de estas virtudes ha tratado la IV Conferencia Europea de Elaboración de Productos Ecológicos. El encuentro bienal, organizado por la IFOAM UE (filial Europea de la Federación Internacional del Movimiento de la Agricultura Ecológica) y ECOVALIA (Asociación Valor Ecológico), ha contado con la colaboración del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama), la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla.
Dirigida al sector de la producción ecológica, celebró su anterior edición en París (Francia) con 150 empresas. Y en esta ocasión, la conferencia europea ha convertido a Sevilla en centro neurálgico de la elaboración ecológica con la participación de más de 180 industrias del gremio procedentes de 15 países. Todos han hecho hincapié, además, en la necesaria implicación de las administraciones públicas para el desarrollo de una forma pujante de producir alimentos orgánicos.
El objetivo de la conferencia internacional ha sido mostrar cómo estas industrias ecológicas se han convertido en ejemplo de innovación para el sector agroalimentario. La conclusión queda reafirmada con la tendencia ascendente en los mercados y productos que cumplen las expectativas de los consumidores, aseguran empresas y comercializadoras, mediante la excelencia en sostenibilidad.
“Siempre ha habido una trayectoria de apoyar al sector ecológico en Andalucía”, ha destacado en la clausura la consejera andaluza de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Carmen Ortiz. Un compromiso de la Junta con el sector que ha sido subrayado: “tenemos un gran trabajo hecho, un valor y mucho que consolidar”, sostiene Ortiz.
Para el presidente de ECOVALIA, Álvaro Barrera, es clave el papel de Andalucía: es la región que lidera la producción ecológica. De ahí, la consejera ha retomado las principales conclusiones del encuentro: innovación y apoyo institucional. “Debemos caminar juntos las administraciones y el sector”, ha dicho a los profesionales, a quienes ha agradecido elegir Andalucía para celebrar la conferencia europea del gremio.
Hacia la empatía con el consumidor ecológico
Para alcanzar los fines propuestos, el contenido del programa ha estado centrado en tres ejes principales. Innovación: como herramienta aplicada a la cadena de suministro y al desarrollo de productos y procesos. Empatía con el consumidor ecológico: vislumbrar expectativas y tendencias de los mercados afines. Políticas 'verdes' europeas: abastecimiento público verde, huella medioambiental y ecolabel.
Esta clave en la innovación, tanto tecnológica como social, es fundamental para desarrollar el sector. Como parte indisoluble de las actividades ecológicas. “Vamos a trabajar porque la innovación sea parte integral de nuestro movimiento para estar a la vanguardia del sistema agroalimentario europeo”, ha afirmado el director de INFOAM UE, Eduardo Cuoco.
Como ejemplos, la mesa redonda que ha cerrado la conferencia ha debatido sobre experiencias particulares. Industrias que destacan, precisamente, por la excelencia en su trabajo. La empresa almeriense Oro del Desierto ha representado el sector ecológico español junto a una muestra de proyectos europeos como Federbio (Italia) y Triballat (Francia).
El nuevo reglamento ecológico europeo ha recibido además el análisis de los participantes en una cita marcada como ineludible para el gremio. El proceso de revisión de la normativa comunitaria suscita diferencias entre los actores implicados. Como ha quedado patente en la sesión plenaria.
El texto “intenta armonizar y simplificar los criterios y se han definido mejor los aspectos que trata”, según el coordinador de Política en la Unidad de Producción Ecológica de la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea, Luis Martín Plaza. Y va a conseguir, ha insistido, “que el logo de la UE se fortalezca”. De otro lado, como ha señalado el director de IFOAM UE, en sus conclusiones: es un asunto “clave” para el sector aunque teme que “quizás no aporte valor añadido” y no ayude “a desarrollarnos más”.
“Las empresas ven este reglamento como un punto de partida, si es que llega a aprobarse”, ha subrayado Cuoco. En el debate sobre el reglamento europeo han participado también el responsable de la Unidad de Agricultura y Pesca en la representación permanente de la República Eslovaca de la UE, Matej Hudec; el representante del grupo de interés de Elaboradores y Comercializadores de IFOAM UE y director de Bionext, Bavo Van den Idsert; y el presidente de ECOVALIA, Álvaro Barrera.
