El alcalde de Carboneras descarta cualquier actuación con respecto al Algarrobico hasta que falle el TS

El alcalde de Carboneras (Almería), el independiente Salvador Hernández (Gicar), ha indicado que la corporación no realizará “ninguna actuación” con respecto al paraje de El Algarrobico hasta que el Tribunal Supremo (TS) no dicte la sentencia que debe dirimir si el suelo sobre el que se asienta el hotel de Azata del Sol es urbanizable o de especial protección.

Hernández ha indicado a Europa Press que, ante la “complejidad” generada por los procesos judiciales en torno al hotel de una veintena de plantas y 411 habitaciones y las sentencias que se contradicen, la decisión “más acertada” es la de esperar al pronunciamiento del Alto Tribunal.

“Hace poco un magistrado del Supremo dijo en septiembre se dictarían hasta cuatro sentencias en torno al asunto, así que lo mejor es esperar”, ha asegurado el primer edil en relación a las manifestaciones que, en el marco de las las X Jornadas del Consejo General del Poder Judicial y del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España, celebradas en Almeríal, realizó el magistrado Rafael Fernández Valverde.

En concreto, apuntó que el citado tribunal podría resolver el “galimatías jurídico” del hotel de Azata del Sol en septiembre con “cuatro sentencias de golpe” que despejarán, según dijo, “por fin la ya eterna pregunta, con continuos vaivenes en su respuesta, de si el hotel se derriba o abre al público”.

Hernández ha incluido en esta decisión la que se refiere a la licencia municipal de obras concedida en 2003 para la construcción del establecimiento y declarada en firme por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

Cabe recordar que el Juzgado de lo Contencioso-administrativo 2 de Almería volvió a comunicar hace un mes al Ayuntamiento de Carboneras la legalidad de la licencia municipal de obras concedida en 2003 y le comunicó que los dos autos que desestimaron el incidente de nulidad promovido por la Junta de Andalucía, Salvemos Mojácar y Ecologistas en acción eran firmes.

El juzgado almeriense acusa, asimismo, recibo de la recepción del procedimiento, que se inició en 2005, llevó a la paralización cautelar de la obra del establecimiento de una veintena de plantas y 411 habitaciones cuando estaba al 94 por ciento de ejecución, y afectaba también a otros dos sectores urbanísticos con desarrollo residencial y hotelero previsto en el mismo paraje.