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La gran debacle del consumo cultural en Andalucía

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Amalia Bulnes

El Anuario SGAE 2015 de las Artes Escénicas, Musicales y Audiovisuales, publicación que ofrece una fiel radiografía estadística del sector cultural en Andalucía, es tan elocuente este año en cada uno de sus análisis cuantitativos como desolador. Presentado públicamente este martes en Sevilla con la premisa de que, en términos objetivos y puramente cuantitativos (una milésima más ya puede ser un indicador positivo si no se le aplica más razonamiento que el numérico), se está experimentando una levísima recuperación respecto a 2014, lo cierto es que el consumo de cultura en el Sur de España - sin los índices de lectura, que realiza CEDRO y quedan fuera de este trabajo- son muy inferiores al resto de España y objetivamente muy pobres.

Sus cifras mínimamente optimistas respecto a 2014 y relativas a recaudación y asistencia a espectáculos de artes escénicas, música y cine, sin embargo, “todavía están lejos de las alcanzadas en 2008”, un año clave porque, a partir de ahí prácticamente todos los indicadores cayeron en picado al menos hasta 2014, en el que se aprecia una “leve mejoría” en el sector que ha continuado en 2015, según apunta el Anuario SGAE 2015.

Así pues, desde 2008 hasta ahora, algunas de las cifras han caído más de un 40% -en diferente porcentaje según número de representaciones, asistencia de público y recaudación- en casi todas las manifestaciones artísticas, con la danza como la más perjudicada (con un 41% de pérdida de presencia en las carteleras); seguida del teatro y el cine.

Estas cifras, según señala el informe, incluyen la subida del Impuesto del Valor Añadido (IVA), el impuesto más sensible ante los cambios fiscales y que tiene un efecto más inmediato en la economía y el consumo, por lo que su subida por parte del Gobierno de la Nación en el último tercio de 2012 implica obviamente que los ingresos libres de impuestos se han visto sustancialmente reducidos.

Así, y según los datos ofrecidos en el informe de la SGAE, en lo referente a artes escénicas, Andalucía experimentó descensos en picado desde 2008. Concretamente, han sido del 41,7% en el número de representaciones, del 32% en la asistencia a espectáculos; y del 2,4% en la recaudación.

En España, descenso del 31,9%

Este oscuro panorama es aún más negro si lo comparamos con las cifras nacionales que, aunque malas, no son tan pobres: En el conjunto del territorio nacional, el Informe de la SGAE habla de un descenso total acumulado desde 2008 del 31,9%. En lo que se refiere al número de espectadores, éste había experimentado una reducción del 34,3% entre 2008 y 2013. Sin embargo, en 2014 la tendencia cambia y se puede observar también un ligero crecimiento respecto a la cifra del año anterior. Sin embargo, el cambio de tendencia es aún débil, y si comparamos las cifras de 2008 y 2014 obtenemos, pese a la mejora de este último año, un descenso neto del 29,9%.

Finalmente, y siguiendo con los datos del conjunto del país, en lo que se refiere a la recaudación, las caídas acumuladas respecto a 2008 y 2009 (año que supuso el máximo de recaudación) fueron, hasta 2013, del 23% y del 24,7%, incorporando además el incremento del IVA. Pues bien, en 2014 se produjo un ligero incremento (procedente exclusivamente del teatro), haciendo que las pérdidas acumuladas entre 2008 y 2014 sean ahora del 18,8%.

Las pérdidas, arte a arte

Volviendo a las cifras andaluzas en las que se detiene en Informe 2015 elaborado por la SGAE, hay que empezar por el teatro y la danza, donde los datos son tan alarmantes como dolorosos.

En el teatro en Andalucía, el número de representaciones ha caído respecto a 2008 un 41,9%, descenso superior al que se ha producido en el total español (que roza el 30%). También la asistencia sufre una pérdida mayor en Andalucía, del 31,7 por ciento.

En cuanto a la danza, Andalucía acumula desde el 2008 “caídas muy importantes”, que llegan hasta el 46,3% en el número de representaciones, el 45,5% en la asistencia y el 56,3% en la recaudación. Y este 2015 que aún no ha terminado ha confirmado la tendencia: también ha sido un año con una disminución en todos los indicadores de danza en Andalucía, se ha perdido un 8,5% en el número de representaciones (con un total de 292 funciones), han disminuido un 8,8% los espectadores (alcanzando los 111.691 asistentes), y la recaudación vuelve a caer un 14% (llegando hasta los 784.803 euros).

En ópera y zarzuela, en Andalucía hay pérdidas en el número de funciones respecto a 2008, un 4,6%. Si se comparan los otros dos indicadores de 2014 con los de 2008, el número de espectadores, sin embargo, aumenta (un 2,8 por ciento) y la recaudación, crece (un 2,4).

La música clásica, una actividad en alerta roja

Por su parte, la música clásica experimenta en 2014 descensos en todos sus indicadores, lo que no hace sino agravar los descensos experimentados desde 2008. En este caso, en 2014 en relación a 2008, en Andalucía se encuentran pérdidas mucho mayores que las obtenidas en el total español en todos los indicadores (que en ningún caso superan el 20%). En nuestra comunidad, pierde un 31,7 por ciento la actividad, y se acumulan unos descensos del 28,5 por ciento en el número de espectadores y del 26,4, en la recaudación.

En lo referente a música popular, el 2008 representó el valor máximo de los principales indicadores, y a partir de ese momento comienza un retroceso que acumula pronunciados descensos en 2013. En Andalucía, comparando los resultados de 2014 con los de 2008, los conciertos de música popular se reducido en un 20,6 por ciento; si se incluyen los macrofestivales y grandes conciertos, Andalucía pierde un 37 por ciento de espectadores y aumenta un 11,2 por ciento de recaudación; si se descuentan las cifras de macrofestivales y grandes conciertos, hay unas pérdidas del 39 por ciento en espectadores y del 17,9 por ciento en recaudación.

Y al final, el cine

Y finalmente, el cine, que a pesar de que Andalucía quiera sacar pecho -en cuanto a industria y creación es un ejemplo para España- tomando como punto de referencia a 2008, se viene sucediendo desgraciadamente una situación similar a la del resto del país, con un 29,4% de sesiones perdidas. Desde ese mismo año han caído un 17,5% de espectadores y un 14% de recaudación. En Andalucía se acumula el 17,4 por ciento del total de las sesiones de España durante 2014, resultando ser la segunda comunidad por número de sesiones (680.705) aunque perdiendo respecto al año anterior un 2,6%.

El informe anual de la SGAE es, por tanto, no sólo una radiografía fiel, sino un ejemplo de valentía, un ejercicio de responsabilidad y compromiso con las artes escénicas y audiovisuales, por un lado; así como un ejercicio de crítica y autocrítica del país, cada día más alejado del alimento de la cultura y la grandeza del pensamiento.

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