Acoso escolar: la educación como clave

Un insulto, unas risas o un mote por tener, por ejemplo, gustos diferentes, determinadas características físicas o menos habilidades sociales. La semilla del acoso escolar puede aparecer con un simple gesto y por diversos motivos. Lo que puede interpretarse como un hecho puntual puede ser el desencadenante de un grave problema. Las agresiones físicas, las amenazas o la marginación son algunas de las manifestaciones de un tema del que cada vez es más frecuente que se hable.

En 2015 el teléfono de ayuda de la Fundación ANAR recibió 25.000 llamadas según datos de la propia organización, lo que supone un aumento del 75 % con respecto al año anterior. Más datos. La edad más habitual, que no la única, para padecer acoso son los 12 y 13 años, el 70 % de los afectados sufre el acoso escolar a diario y un 34 % afirma no haberlo contado a sus padres.

La lucha contra el acoso escolar necesita de la implicación de múltiples agentes. El centro educativo, la familia y los propios escolares. Y el trabajo en común es fundamental para ello. Por ejemplo con iniciativas como la impulsada en un colegio almeriense. Los propios alumnos han grabado un videoclip con el objetivo de concienciar sobre las graves consecuencias que puede tener el acoso escolar. Gracias a su gran implicación y a la de sus profesores, lo han convertido en todo un himno contra el bullying.

Los expertos mencionan la educación como eje fundamental para prevenir y afrontar el acoso escolar. Por ejemplo, Rosario Ortega, catedrática de Psicología de la Universidad de Córdoba y pionera en el estudio del acoso escolar en España. En una estancia de investigación en Reino Unido descubrió el problema del bullying, que ya era objeto de estudio en diferentes países europeos. A su vuelta a España, impulsó la creación de programas y guías en materia de acoso escolar dirigidos a centros educativos. Su apuesta: la educación en convivencia.

El fenómeno del acoso escolar ha adquirido más relevancia pública en los últimos años, pero no es un fenómeno reciente. Sí lo es, sin embargo, el ciberbullying o ciberacoso. La aparición de las nuevas tecnologías y el acceso cada vez más fácil y temprano a ellas ha trasladado el acoso a la red. Rosario del Rey, profesora de la Universidad de Sevilla, es una de las mayores expertas en ciberbullying en España. También aboga por la educación como herramienta. Y no solo de los escolares, también de los padres. Sus actitudes, por ejemplo la dependencia de la tecnología, influyen en sus hijos. Reeducación por tanto. Igualmente en el caso de agresor y agredido, pues ambos necesitan ayuda.

El acoso escolar no es cosa de niños. La responsabilidad frente al acoso escolar es de todos y la educación es la clave. En su prevención y en su solución.