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Sobre este blog

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) cuenta con 24 institutos o centros de investigación -propios o mixtos con otras instituciones- tres centros nacionales adscritos al organismo (IEO, INIA e IGME) y un centro de divulgación, el Museo Casa de la Ciencia de Sevilla. En este espacio divulgativo, las opiniones de los/as autores/as son de exclusiva responsabilidad suya.

La hormiga tartésica: una nueva especie en Doñana

Dos obreras de la nueva hormiga tartésica en la boca del nido

Xim Cerdá

Estación Biológica de Doñana (EBD/CSIC) —

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Tartessos es el nombre que los griegos dieron a la que consideraban más antigua civilización occidental, que existió hace unos tres mil años (finales de la Edad del Bronce y comienzos de la Edad del Hierro). Aunque su localización no está exenta de polémica, parece que se asentó en el sudoeste de la Península Ibérica. Y ahora los tartesios han vuelto a la región de la mano de una hormiga: en Doñana se ha descrito recientemente una nueva especie, y sus descubridores -Fernando Amor y Patrocinio Ortega- la han llamado la hormiga tartésica (Cataglyphis tartessica) porque su distribución geográfica coincide con la de la antigua civilización.

A mi padre (y supongo que a la mayoría de la gente no científica) siempre le sorprendió mucho que todavía se descubriesen nuevas especies. No es por quitarle mérito al descubrimiento doñanero, pero en el caso de las hormigas, en los ultimos cinco años se ha venido describiendo una media de 22 especies nuevas al mes. Y eso que ya hay muchísimas especies descritas, porque en la actualidad son más 12.600 las especies de hormigas. Quizá la pregunta clave sea ¿pero cómo se descubre una nueva especie? En esta hormiga tartésica la cosa es tanto más soprendente porque no es rara, sino que es una hormiga común, muy abundante en el matorral (monte blanco) de Doñana. A mediodía, cuando hace más calor, es muy fácil ver a las obreras de esta especie corriendo por la arena en busca de alimento (que son cadáveres de insectos o pétalos). Pero siempre se había pensado que esta hormiga (entonces llamada florícola, Cataglyphis floricola) tenía dos formas o “morfos”, había obreras que eran negras y otras que eran bicolores/anaranjadas. Fue utilizando las modernas técnicas de análisis genéticos moleculares que Fernando Amor demostró, durante su tesis doctoral, que esas dos formas eran en realidad dos especies diferentes, puesto que no había ningún flujo génico entre ellas. Aunque los hormigueros con obreras negras podían estar muy próximos a los hormigueros de las bicolores, las obreras de uno y otro color procedían de padres y madres totalmente diferentes, la distancia espacial era muy pequeña, pero la distancia genética era tan grande como para considerarlas poblaciones de especies distintas.

La genética nos dio la clave de que se trataba de dos especies, y a continuación Fernando y Patro se pusieron a la tarea de describir morfológicamente esa nueva especie de hormiga. Porque para describir una nueva especie y que sea aceptada por la comunidad científica, se necesita redactar y publicar una descripción formal de la misma, basada en caracteres morfológicos. En este caso, las diferencias con la especie más parecida, la hormiga florícola son muy evidentes: las obreras son de distinto color, pero estos investigadores también descubrieron notables diferencias en el aparato copulador de los machos y en el tamaño de machos y hembras de una y otra especie.

La conclusión de esta investigación ha sido que es un extraordinario caso de especiación (separación entre las dos especies) muy reciente. Y es un ejemplo de que nunca lo sabemos todo, de que todavía es posible descubrir cosas nuevas en los animales de uno de los ecosistemas probablemente más estudiados del planeta, como es Doñana. Por otra parte, la limitadísima distribución geográfica, en el bajo Guadalquivir y comarca de Doñana, de esta nueva especie (y su ancestro floricola), plantea un problema de conservación del hábitat, no vaya a ser que se acabe de describir una especie que ahora pudiera desaparecer por los cambios de uso del suelo.

LAS DOS REFERENCIAS

Jowers MJ, Amor F, Ortega P, Lenoir A, Boulay RR, Cerdá X, Galarza JA (2014) Recent speciation and secondary contact in endemic ants. Molecular Ecology 23: 2529-2542. http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/mec.12749/abstract

LINK ALEGAL:

https://www.researchgate.net/publication/263414970_Recent_speciation_and_secondary_contact_in_endemic_ants

Amor F, Ortega P (2014) Cataglyphis tartessica sp.n., a new ant species (Hymenoptera: Formicidae) in southwestern Spain. Myrmecological News 19: 125-132.

http://myrmecologicalnews.org/cms/index.php?option=com_content&view=category&id=588:myrmecol-news-19-125-132&Itemid=83&layout=default

LINK ALEGAL:

https://www.researchgate.net/publication/274705340_Cataglyphis_tartessica_spn_a_new_ant_species_Hymenoptera_Formicidae_in_south-western_Spain

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