'Flamencas': “Saltarse los tópicos nos vendrá bien a todos, flamencos y flamencas”
Un proyecto donde los tópicos del flamenco y la diferenciación de género se escondan ante su propia superación. Con las biografías de 60 cantaoras y bailaoras de ayer y hoy, el libro y documental Flamencas: Mujeres, fuerza y duende maneja la idea matriz de una lucha de generaciones que deviene en igualdad de oportunidades en un gremio tradicionalmente masculino. Sin lamerse las heridas, sin remilgos ni alharacas, la obra huye de estereotipos y cartas marcadas para rendir este homenaje. Pero no al flamenco, sino a la mujer flamenca.
La narración parte de principios del siglo XX y refleja un abanico de personalidades, trayectorias y épocas. Del flamenco de raíz al de fusión; de Carmen Linares, Matilde Coral o Belén Maya a Rocío Márquez, Sandra Guerrero 'La Negra' y Rosario 'La Tremendita', Martirio, Remedios Amaya y Rosario Flores o, entre otras, Lamari de Chambao, Marinah y Anita Kuruba. El rodaje arranca en Málaga, y sigue en Madrid, Barcelona, Jerez y Sevilla, para un concepto original de Marcos Medina que se publica en noviembre y en el que participa Barbaroja Producciones –formada por el músico sueco Majk Jutbow y el realizador sevillano Jonathan González.
De flamencas, no de flamenco
“Este proyecto no habla de flamenco, sino de flamencas”, confiesa Medina, que traza analogías con “el momento” de crisis actual. Al subsistir “en un sistema hecho por hombres que se resquebraja gravemente” resulta de interés, explica, “mostrar diferentes actitudes y personalidades femeninas” que encaran rumbos impuestos. Cada nombre y cada entrevista, al cabo, transmite “algo diferente: elegancia, frescura, serenidad, raza, sabiduría, experiencia, coraje, alegría…”.
La apuesta creativa dual vive una historia de retroalimentación. “El libro es el gran nutriente” de un “proyecto audiovisual” que devolverá la jugada tras el rodaje “con las transcripciones de las entrevistas y el material fotográfico”, cuenta el director, Jonathan González. Una crónica que mezcla la “admiración a la fuerza interior y la capacidad de lucha” con la “fuente inagotable de interpretaciones y el juego de lenguajes” de esta música y danza andaluza de base gitana.
Arrinconar imágenes enquistadas
“Saltarse los tópicos nos vendrá bien a todos, flamencos y flamencas”, para arrinconar así “imágenes que se han enquistado”, proyecta la cantaora Rocío Márquez. En la obra, describe, “las que son de otras generaciones contarán unos argumentos increíbles y las más jóvenes que esa lucha dio frutos y por eso ahora vivimos la historia de otra manera”. Un presente en el que deben evitar “excluirnos para hacernos especiales, eso nos haría un flaco favor”, y buscar en cambio la valoración “por encima de mujer u hombre”. El flamenco, en suma, “siempre como reflejo de la sociedad del momento, de la situación política y social”, concluye Rocío Márquez.
“Aún me cuesta verme metida entre tanta 'monstrua', es un placer y un honor”, relata la vocalista de Canteca de Macao, Anita Kuruba, en torno a un proyecto que le parece “hecho desde el corazón, con respeto y amor hacia la música y las mujeres”. A medida que 'Flamencas' crece, “y después de conocer y enamorarme de sus creadores”, Kuruba –que escribe también el prólogo del libro– entiende que no le falla “la intuición”. Completan la creación José Torres y el grupo D’Callaos con la banda sonora original, Enrique Medina a la poesía y obras de artistas como Ana Campos, Vito García, José Luis Castaño o Cristina Galeote, además de una campaña de crowdfunding o financiación colectiva a partir octubre.
