“La naturaleza crea todo tipo de especies”...en las empresas: una guía (animal) de recursos humanos

Claves para sobrevivir en la oficina. Es lo que pretende darnos José Manuel Muriel, empresario y gestor de grandes compañías en procesos de reestructuración, con un original manual que, desde la ironía y el humor pero con la certeza de la experiencia, establece una comparativa entre distintas especies de animales y los diversos 'especímenes' que todos nos podemos encontrar durante nuestra vida laboral. Más allá de lo divertido que pueda suponer 'Esta empresa es un zoo', el libro supono una guía útil dirigida básicamente a identificar las distintas personalidades que se unen en una empresa con el objetivo de que funcione de un modo más armónico y eficaz.

¿Quién no ha conocido al compañero-avestruz que esconde la cabeza cuando hay un problema? ¿O al jefe-hiena que se aprovecha del trabajo del grupo? ¿O esa persona del asiento de al lado que parece actuar como un mono, hablador y ruidoso pero poco productivo? Categorías y especies hay para todos los gustos. Y para saber a qué atenerse, el autor considera importante conocer qué animal somos . Para ello, ofrece un test online a partir del cual, del conocimiento de uno mismo, poder percibir cómo actuar en la selva laboral. Podemos creer que somos un león (fuerte, generoso, noble y entregado a nuestra labor) pero igual somos el hipopótamo, que se pasa las horas en la oficina pero apenas saca trabajo adelante.

Muriel clasifica a los empleados y directivos en animales depredadores, neutros y poderosos. El libro explica cómo se pueden reconocer y la mejor manera de comportarte con ellos. “Depués de tantos años trabajando, cada vez estoy más seguro de que lo más importante en una empresa son sus recursos humanos pero, en paralelo, es lo que más problemas origina”, comenta el autor a eldiario.es Andalucía.

En los zoológicos (perdón, en las empresas), no predomina una especie sobre otra pero hay que estar alerta y vigilante, advierte Muriel. Los animales depredadores, explica, “atacan por instinto, incluso psicológicamente, pero hay que intentar conocerlos aunque no hablen bien de nadie” Y avisa: “Cuando un depredador dirige una compañía, ante el más mínimo atisbo de dificultad en el mercado, esa empresa tiene todas las papeletas para quebrar, porque el depredador solo se preocupa de sí mismo”. Aquí encontraremos animales agresivos y sigilosos como el cocodrilo, aprovechados como las hienas, el buitre o el murciélago, astutos como el zorro o venenosos como la serpiente.

Otra categoría, también numerosa, es la de los animales neutros. Divertidos y ruidosos, con tendencia a ir en manada, “de los que no puedes esperar nada malo pero tampoco ningún tipo de ayuda” porque “tienen pánico al riesgo”, indica el autor, que insiste en que ha querido establecer los símiles a partir de su experiencia empresarial. Estos animales se van ante cualquier dificultad. “Yo he contratado a grandes ejecutivos de multinacionales que cuando se han metido en operaciones con cierto nivel de riesgo, salen literalmente huyendo porque no son capaces de soportar el vivir con tensión”, recuerda Muriel. Estamos hablando del avestruz, el mono, el hipopótamo, el búho, la cebra, el loro, o los animales mitológicos, “siempre con pajaritos en la cabeza”. “No les cuesta estar en su puesto de trabajo pero sin mucho que hacer”.

19 animales/personalidades

Por su lado, los animales poderosos “son líderes, trabajadores, con capacidad de arrastre y que saben defender a su empresa y a sus compañeros”. Según el autor, debe haber todo tipo de animales, “porque si la naturaleza ha creado todo tipo de especies será por algo”, pero lo importante es saber identificarlos. Entre los poderosos nos encontraríamos con el liderazgo del león, la nobleza del oso, la potencia de trabajo del elefante, o la eficacia y la disciplina del lobo.

Muriel explica que, en la elaboración del manual, al lado de los 19 animales que contiene su libro puso el nombre de una persona con la que alguna vez había trabajado. No están descritos al azar sino que corresponden a la descripción real de alguien. Un “lapsus de memoria” hizo que esos nombres se borraran pero quiere hacer jugar para cada lector haga lo propio y observe a su alrededor para poner cara a cada animal. Si la clasificación laboral coincide un par de veces, “todo será mucho más sencillo”, sentencia Muriel.

El libro también contempla a los animales en libertad, lejos de las “comodidades” de un zoológico pero “expuestos a los peligros del día a día” y a las dificultades de tener que conseguir el sustento por sí mismos. ¿Emprendedores? También se refera a los animales locos, en apariencia normales en su comportamiento pero que el día en que sus cables se cruzan “son tremendamente peligrosos para ellos mismos y para los demás; de ellos hay que salir corriendo y, desgraciadamente, abundan mucho”.

“Las personas son las mismas en cualquier tipo de organización y todo esto vale también para la vida personal, depende de la escala de valores de cada cual. Hay que analizarlo bien, porque no hay un zoológico perfecto y hay que saber elegirlo bien”. Un ejercicio para visibilizar personalidades verdaderas en el entorno laboral y, por qué no, personal. Un mal diagnóstico de nuestra verdadera personalidad puede ponernos en peligro y perjudicar a nuestro trabajo, además del futuro de la empresa.