Aragón se radicaliza: el centro se diluye y crecen la ultraderecha y la extrema izquierda
Las posturas de los aragoneses se están radicalizando, o están perdiendo moderación, en varios ámbitos como la ubicación ideológica, la opinión frente a la arquitectura del Estado o, incluso, las prácticas religiosas. Los sondeos postelectorales del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) de las tres últimas convocatorias de autonómicas y municipales –las de 2007, 2011 y 2015, cuyo espacio temporal coincide con el de la crisis económica, revelan cómo, al mismo tiempo, el centro político pierde efectivos en favor de posiciones extremas por la derecha y por la izquierda, cómo centralistas y federalistas comen terreno a los partidarios del actual sistema administrativo y cómo, también, los ateos y la gente de misa semanal aumentan de manera simultánea.
Más de un tercio de los aragoneses, el 38,8 %, se declaraban centristas a primeros de junio de 2007. Hoy son, con un 26,4 %, poco más de la cuarta parte. Ese descenso de más de 12 puntos indica que un tercio de los centristas, el espacio ideológico que en las últimas décadas inclinaba la balanza electoral en favor de uno de los dos grandes partidos, han abandonado esas coordenadas ideológicas.
¿Y hacia dónde se han dirigido? Las principales beneficiarios del corrimiento han sido las posiciones de derechas, con un avance de casi cinco puntos en su ámbito moderado (del 10,1 % al 14,8 %) y de cerca de tres y medio (del 0,9 % al 4,5 %) en el extremo, que ha visto cómo sus adeptos se multiplicaban por cinco en menos de una década.
La izquierda moderada desplaza al centro
La izquierda moderada y la extrema izquierda han sido el destino del tercio restante de centristas, con un avance de algo más de dos puntos en el primer espectro (del 29,1 % al 31,2 %), y del 4,4 % al 5,9 en el segundo.
Más de la mitad de los aragoneses sitúa a Podemos y a IU en la extrema izquierda, algo más de un tercio ubica al PP en la ultraderecha y solo UPyD es percibido como más centrista que el PSOE –y este a su vez más que Ciudadanos-, en los tres casos por casi una tercera parte de los aragoneses.
Más jacobinos, más ateos y más misa dominical
Los dos últimos sondeos del CIS revelan también que las tensiones territoriales y el debate mediático y político acerca de la estructura del Estado están provocando un corrimiento de las posturas de los aragoneses en este eje.
Especialmente, a favor de posiciones más centralistas y jacobinas: los partidarios de “un estado con comunidades autónomas como en la actualidad” pierden casi cuatro puntos y medio –del 33,8 % al 29,4 %- en solo cuatro años, periodo en el que los partidarios de recortar competencias a los territorios o de suprimir sus gobiernos avanzan más de ocho –del 43,2 % al 51,5 %- y suponen ya más de la mitad de la población.
También se han reducido en esos cuatro años los partidarios de dotar de más poder a las comunidades –del 8,3 % al 7,2 %-, mientras los aragoneses que ven con buenos ojos que las autonomías puedan convertirse en estados suben tres décimas –del 0,8 % al 1,1 %-.
La evolución de los aragoneses en estos últimos ocho años resulta especialmente llamativa en el apartado de la religión. Los ateos crecen de manera notable –del 3,9 % al 5,8 %- mientras los no creyentes siguen siendo un 10,2 %. En el grupo de los creyentes, que se mantiene estable en torno al 81 %, en el caso de los católicos aumentan de manera simultánea los que van a misa “casi todos los domingos y festivos” –del 17,4 % al 22,8 %- y los que no lo hacen “casi nunca” -51,8 % al 58,2 %-. En todos los casos, dejando aparte bodas, comuniones y funerales.
