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La guerra de los 30 años de Biscarrués: las claves del conflicto por el embalse

Concentración en Huesca el pasado mes de junio

Miguel Barluenga

Huesca —

La sentencia de la Audiencia Nacional que anula el anteproyecto del pantano de Biscarrués ha agudizado más si cabe las diferencias entre quienes apoyan y rechazan un proyecto que se debate desde hace 30 años. Al margen del cruce de declaraciones, de réplicas y contrarréplicas de los últimos días, algunas especialmente duras con el opuesto, ha servido para delimitar qué aspectos son mejorables y cuáles han de corregirse si algún día el embalse ve la luz. Y también cuáles son imposibles de llevar a la práctica. Las reacciones, preguntas y respuestas de habitantes de La Galliguera, regantes, políticos, abogados y fuentes ministeriales ayudan a entender el conflicto. Y el único punto de acuerdo en estos momentos es que la batalla todavía no ha terminado.

¿Quién es quién en este conflicto?

La parte recurrente, es decir, la que lucha contra el embalse de Biscarrués se encuentra concentrada en los Ayuntamientos de Biscarrués, Murillo de Gállego y Santa Eulalia de Gállego, que entre todos reúnen unos 500 habitantes. Además, cinco ONG ecologistas concurren unidas por primera vez en un conflicto hidráulico: SEO/Birdlife, WWF, Greenpeace, Ecologistas en Acción y Amigos de la Tierra. Juntos presentaron 24 recursos ante la Audiencia Nacional, que ha aceptado dos. La parte recurrida está conformada por el Ministerio de Medio Ambiente, la comunidad de regantes Riegos del Alto Aragón y el Ayuntamiento de Fraga. Podemos Aragón, Izquierda Unida y Chunta Aragonesista se han posicionado a favor de los primeros y Partido Popular, PAR y Ciudadanos, de los segundos. El grupo socialista de las Cortes de Aragón se limitó a señalar que no comenta sentencias judiciales.

¿Por qué invalida Biscarrués la Audiencia Nacional?

En su sentencia, la Audiencia Nacional argumenta para invalidar el anteproyecto, fechado en 2012, el incumplimiento de la Directiva Marco del Agua, que la Declaración de Impacto Ambiental pretendía presentarse después de acometerse la obra y no antes, como está estipulado, y que no se ha presentado un informe de viabilidad económica, técnica, social y ambiental ni de la recuperación de los costes.

¿Qué es y por qué es tan importante la Directiva Marco del Agua?

Se trata de un golpe directo al Gobierno central. La Audiencia Nacional estima que el Ejecutivo de Mariano Rajoy incumple esta norma comunitaria que obliga a prevenir el deterioro de las masas de agua y mejorar su calidad. Con el pantano de Biscarrués, asegura la sentencia, el río Gállego se vería “modificado significativamente al dejar de ser un sistema de agua corriente para convertirse en un depósito. Y va más allá. Según este punto de la sentencia, no debería haberse aprobado en 2009 el plan hidrológico del Ebro puesto que el Estado ya incumplía una normativa vigente desde 2000. Es ”una victoria de la sociedad civil“ para La Galliguera y la hora de ”terminar con la paciencia y el diálogo“ para los regantes, que piden ”coherencia“ a las instituciones.

¿Por qué los regantes van a presentar un recurso de casación?

La principales perjudicados por la anulación de Biscarrués son los regantes que pertenecen a la Comunidad General de Riegos del Alto Aragón y que gestionan más de 140.000 hectáreas de regadío, la mayor superficie de Europa occidental. Y ya han anunciado que presentarán un recurso de casación ante el Tribunal Supremo. Los argumentos para considerar esta obra “irrenunciable” junto al embalse lateral de Almudévar se fundamentan en que se trata de un proyecto votado y aprobado en el Parlamento hasta en tres ocasiones diferentes como parte de un protocolo suscrito con el Ministerio de Medio Ambiente en 2014. Y consideran que no se puede anular un anteproyecto que sigue en fase de información pública y alegaciones hasta el 28 de julio. Una mala noticia para los regantes: el recurso solo será admitido a trámite si la sentencia recurrida se opone a la doctrina jurisprudencial. Una mala noticia para todos: el proceso puede estirarse, al menos, dos años más.

¿Por qué no se ponen de acuerdo los ayuntamientos y los regantes?

Las posiciones de unos y otros son antagónicas desde el primer proyecto de Biscarrués, que contemplaba una capacidad de 600 hectómetros cúbicos, y el que ahora se ha paralizado de 36 hectómetros. Las reivindicaciones no han cambiado. La Galliguera ha denunciado sin desmayo el peligro de que el embalse arruine la zona medioambiental y económicamente con una política hidráulica “más propia del siglo XIX”. Según sus estimaciones, al anegarse 14 de los 20 kilómetros de río se perderían 200 puestos de trabajo directos y 500 indirectos relacionados con los deportes de aventura, que concentran un tercio de la oferta turística en Aragón y atraen a unos 80.000 aficionados al año. Los regantes lamentan que la última gran obra de Riegos del Alto Aragón, el embalse de El Grado, date de la década de los 70 y que desde entonces hayan tenido que hacer frente a exigencias cada vez mayores con recursos de hace 40 años.

¿Cuánto cuesta Biscarrués?

El pasado mes de mayo, Medio Ambiente reimpulsó el proceso administrativo para la construcción de Biscarrués con una inversión global de 126 millones de euros de los que 26,5 millones aparecen consignados en los Presupuestos Generales del Estado 2017 junto con el proyecto de Almudévar, que pese a tratarse de una balsa lateral de regulación, complementaria a la obra mayor, tendría una capacidad de 170 hectómetros cúbicos a un nivel normal y costaría 102 millones. Los regantes apuestan por esta doble infraestructura y aseguran que, en su mayor parte, la pagarán de sus bolsillos frente a las sugerencias de que se destinen esas cantidades descontaminar de lindano el Gállego a su paso por Sabiñánigo para beneficiar a los usuarios de agua de río de Los Monegros.

¿Qué soluciones alternativas al embalse se ofrecen?

Los ayuntamientos y los ecologistas sugieren a los regantes “un modelo económico sostenibles, que respete el medio natural y las normativas europeas”. Consideran que se pueden realizar actuaciones poco agresivas en la comarca de Los Monegros o que incluso se puede destinar el presupuesto para Biscarrués-Almudévar a limpiar el lindano del río Gállego. Los regantes no quieren ni oír hablar de alternativas. Sostienen que ya han cedido durante tres décadas, que arrastran un déficit de 500 hectómetros cúbicos y que “las alternativas solo son sinónimo de mayor gasto público y el camino elegido por los que no quiere hacer nada”.

¿Por qué las posiciones son irreconciliables?

La sentencia de la Audiencia Nacional ha acentuado una guerra que ya dura 30 años y cuya paz parece lejana e inalcanzable. Riegos del Alto Aragón acusa a La Galliguera de “una grave irresponsabilidad” y de que “poco le importa la realidad rural, su despoblación y la necesidad de la agricultura”. Se preguntan los regantes “cuál es el interés real de unos grupos de presión que anteponen el lucro empresarial”. La Coordinadora Biscarrués-Mallos de Riglos lamenta que “esta decisión no pueda tomarse de forma democrática, pues esta comunidad de regantes vota por número de hectáreas y no por persona manteniendo un sistema de toma de decisión obsoleto, caciquil y oligarca”. Los regantes “han pretendido inundar un pueblo, campos, granjas y un río que genera fijación de la población”.

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