Los policías aseguran que la mujer tiroteada en Zaragoza rechazó la posibilidad de denunciar

Una semana después de que J. A. R. D., de 51 años, tratara de asesinar con varios disparos a su exmujer, M. A. G. S., de 50 años, esta sigue estable en el centro hospitalario. La polémica se cierne ahora sobre la actuación de las fuerzas de seguridad. El pasado domingo, Heraldo publicó una información en la que se aseguraba que, dos días antes del intento de homicidio, tanto la víctima como su hija acudieron a la comisaría con grabaciones de amenazas y fueron ignorada por los agentes.

Esto compelió a la apertura de una investigación interna. Los policías afirman que la mujer y su hija solo solicitaron información. Es más, el delegado sindical en Aragón de la Confederación Española de Policía (CEP), César Lambea, apuntó que, en ningún momento se habló de armas o amenazas e, incluso, “rechazaron la opción de presentar una denuncia”.

Tanto el letrado de la mujer, Simón Lahoz, como su hija mostraron su sorpresa y aseguraron que “no quieren ser dobles víctimas”. En un entrevista concedida al mismo diario aragonés, el abogado indicó que no es normal que los policías no vieran lo mal que estaba la mujer. Dos días antes de los disparos, explicó, la víctima había obtenido la baja médica por encontrarse inmersa en una “depresión grande”.

Trivialización de un intento de asesinato

La Coordinadora de Organizaciones Feministas de Zaragoza ha emitido un comunicado en el que rechaza “la trivialización ante el intento de asesinato” y han puesto el acento en una de las frases pronunciadas presuntamente por los agentes a la mujer y su hija: “Solo es una discusión entre divorciados”.

Han calificado de “inadmisible” el hecho de no se diera cuenta al Servicio de Atención a la Mujer de la Policía Nacional. En su opinión, ha habido “falta de preparación, falta de formación y, sobre todo, falta de sensibilización ante esta lacra social que solo terminará cuando la sociedad acompase todos sus movimientos y mire de frente al problema, el machismo”.

Han criticado también el nuevo protocolo para la seguridad de las víctimas de violencia de género, del que aseguran que tiene “cierto poso machista”: “La habitación del pánico o hacer señas con los vecinos. Sigue recayendo sobre las mujeres su propia protección, cursos de autodefensa... pero ni un solo consejo, ni una sola imagen, ni una sola recomendación hacia los maltratadores. La única forma de erradicar el maltrato es que no haya maltratadores”, han señalado.