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Mochila Alpine Ascent 25 de Lowe Alpine

Mochila Alpine Ascent 25

Por Jesús Andrés González

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La marca Lowe Alpine ha celebrado este año su 50 aniversario (1967-2017) presentando su gama Ascent, sucesora de la serie Attack. La línea Ascent la componen unas mochilas con unos detalles técnicos muy cuidados, donde se ve que expertos alpinistas han dejado su sello.

En esta ocasión os presentamos la Alpine Ascent 25, una mochila compacta, ligera y técnica, con un tamaño ideal para actividades específicas de alta montaña o escalada en pared de un día, donde el peso y la robustez son muy importantes. Además, tiene una infinidad de detalles técnicos que vamos a ir desgranando a continuación.

Lo que más nos llamó la atención en un primer momento fue que presenta un corte y diseño modular, bastante compacto y sin correas innecesarias que lo único que sirven es para que se enganchen en la pared.

Los acabados, las costuras y el ensamblado de las diferentes piezas son muy buenos, lo que, unido a la calidad de tejido exterior 330 Cross/Trishield/Hidroshield, hace que transmita sensación de durabilidad e impermeabilidad, cosa que en otras mochilas de otras marcas de las mismas características no se aprecia. Es decir, se ven más endeble y menos duraderas.

Este tipo de mochilas, al ser técnicas, se supone que están pensadas para ser arrastradas por la pared, colgadas en reuniones con peso, sufrir tirones cuando se enganchan en un diedro, o llevar material de montaña duro colgado o dentro (piolets, crampones, mosquetones, friends, tornillos hielo, etc.). Es decir, son todo terreno.

Salida de un día

La Alpine Ascent 25 está diseñada para actividades técnicas de una jornada con un peso bastante liviano (840 gramos), que se podrá aligerar quitándole la espaldera y la varilla que lleva en el interior para hacerla más anatómica a la espalda.

En nuestro caso, por dar un ejemplo, para una actividad de un día en un corredor en Pirineos, o para Alpes también se aplicaría, para una cordada formada por dos, llevamos el siguiente material:

-Una cuerda de 60 metros.

-8 cintas (4 largas con un mosquetón y 4 cortas).

-Material de reunión y aseguramiento individual.

-Medio juego de friends.

-Un juego de fisureros.

-5 tornillos de hielo.

-Arnés.

-Chaqueta de reunión.

-guantes gordos, finos y repuesto.

-Gorro de abrigo.

-Gafas.

-Frontal.

-Cantimplora o sistema de hidratación.

-Comida

-Pareja de piolets.

-Crampones.

-Casco.

-Pala, sonda y botas técnicas de alpinismo (Si la aproximación es con esquís)

-Reseñas, plano y teléfono móvil.

-Crema solar.

Esta mochila nos permitirá aproximar a la escalada con todo este material bien distribuido, fijado y repartido el peso, parte en el interior, lo más sensible, y el resto fuera. Para colocarlo en el exterior se pueden utilizar las correas de compresión laterales que tienen una longitud generosa, y que se agradece sobre todo para transportar material adicional durante la aproximación (incluso botas de alpinismo si nos vemos obligados).

También te permite fijar o colgar parte del material en la parte frontal con un sistema de cintas finas tipo Daisy Chain o incluso los cordinos de abandono.

Otro detalle interesante es el sistema para el transporte de la cuerda, exclusivo de la marca Lowe Alpine, y que consiste en unos tensores en las hombreras los cuales llevan unos clips que permiten fijarla, siendo posible el transporte o parar a descansar dejándola en el suelo sin que se mueva. A su vez, sin quitarnos la mochila, podemos acceder a la cuerda fácil y rápidamente, para un paso difícil que hay que asegurar, por ejemplo, simplemente soltando los clips.

El sistema ha sido probado en aproximaciones de dos horas y en general es bastante cómodo. Todos estos sistemas de sujeción hacen que el material se pueda transportar cómodamente y de forma segura.

Lleva también dos portapiolets con un sistema HeadLocker compatible con todos los piolets disponibles en el mercado. Éstos se introducen por el orificio de la cabeza y se fijan verticalmente con la correa lateral de fijación. Lleva un tirador de plástico que nos facilitara la colocación, incluso con guantes, y en cualquier condición meteorológica.

Almacenamiento

En cuanto al resto de detalles, apuntar que el cinturón lumbar permite colocar mosquetones para transportar tornillos de hielo, complementado con un aro portamaterial para colgar diferentes utensilios de escalada.

También lleva dos bolsillos en la seta con robustas cremalleras YQQ colocadas estratégicamente para evitar que si tenemos que acceder en condiciones difíciles se nos puedan caer los pequeños objetos que llevamos siempre en esos bolsillos. Además, el interior lleva un clip de seguridad para colocar la llave del coche u otro objeto similar.

Otro detalle a destacar es que las cremalleras exteriores, incluida la doble de acceso al compartimento principal que tiene una apertura a diferente altura para evitar que se nos caiga accidentalmente algún objeto, las podemos abrir a la altura y anchura que nos interese, ya que los tiradores llevan una pieza de plástico que facilita su manejo en condiciones adversas, incluso con guantes gruesos.

Tiene también un compartimento interior para el sistema de hidratación, con una apertura lateral superior derecha para la salida del tubo que se fija en la hombrera con una cinta elástica. En la otra hombrera presenta otra cinta más rígida para colocar el GPS, la cámara de fotos, etc.

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Vemos otros dos bolsillos laterales de varillas en los que también se puede guardar material de rápido acceso tipo pala, sonda, bastones, etc., aunque hay que tener cuidado que metemos ahí ya que están abiertos por un lateral.

Ajuste y trasporte

El ajuste (hay que partir de la base que no van a ser cargas muy pesadas como en una mochila de trekking de mayor capacidad) es bastante bueno, con unas hombreras acolchadas y una anchura suficiente para que no se nos clave en los hombros y nos permite el movimiento de brazos necesario durante la escalada. Para evitar que las hombreras queden holgadas lleva además una cinta de ajuste al pecho con tres posiciones en altura para mejorar la regulación según nuestra constitución.

Las espalderas, construidas con un acolchado ergonómico, se ajusta muy bien a la espalda. El marco y la varilla interior le dan rigidez durante el transporte. Es posiblemente interesante quitárselo cuando se realiza una escalada larga ya que si no nos restará movilidad. Es un sistema de acolchado que está más bien pensado para el invierno al no disponer de mucha ventilación, apenas unos canalizos de aireación. Además, posee unas bandas antideslizantes para evitar que resbale en la nieve.

El cinturón de la cadera está también acolchado, y es de fácil ajuste al no presentar los tiradores en el centro, sino en los laterales, lo que permite tirar con una mano incluso cuando están muy flojos. Con el sistema tradicional hay que utilizar las dos manos.

Cuando nos estorbe llevar el cinturón, por ejemplo, si llevamos el arnés, éste se puede meter por las aberturas laterales que tienen los bolsillos de varillas colocados en los costados.

Advertir aquí que, aunque no la hayamos probado, existe una versión para la mujer, la Alpine Ascent ND 28, que se ajusta mejor a la anatomía femenina.

Otro detalle curioso que nos puede interesar es que cuenta con dos colgadores. Uno exterior para que nos la quitemos en las reuniones y poder fijarla, descansando la espalda, o para izarla con una cuerda auxiliar lo que nos permitirá escalar más ligeros de segundo. Y otro interior para que podamos abrirla cuando lleguemos a pie de corredor, el cual suele estar helado y tiene bastante inclinación, con lo que hay que hacer malabares con las piernas para que no corra ladera abajo. Este sistema, tomando precaución de sacar las cosas con cuidado, es más seguro, tanto para la mochila, como para el escalador.

Finalmente, nos gustaría decir que el tejido exterior, disponible en dos colores, en rojo o en negro, es 330D Cross/Trishield Dura/Hidroshield, muy resistente e impermeable, con refuerzos en las zonas donde la mochila sufrirá más desgaste (base y donde van ubicados los piolets). Quizás hubiese sido también interesante haber impermeabilizado las costuras de las Daisy Chain y de las cremalleras para que la impermeabilización hubiera sido completa.

Así que, en resumen, la Alpine Ascent 25 es una mochila, con unos detalles técnicos muy trabajados, para alpinistas o escaladores de vías de varios largos y para jornadas largas, que nos ayudará bastante para intentar que la dura vida en pared sea más gratificante y llevadera. Sin estar diseñada para caminatas o ascensiones fáciles, también sacaría un notable en rendimiento en este aspecto.

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