Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

El tesoro de Mónsul

El bolo redondo es el agarre que predomina en Cabo de Gata

Pablo Gómez

El Cabo de Gata-Níjar está situado en la parte oriental de la comunidad de Andalucía, concretamente en la provincia de Almería y muy cercano a la capital. Gracias a su consideración como Parque Natural, aún hoy en día está protegido de la edificación masiva y de la especulación urbanística, permaneciendo intacto y contando con un aspecto salvaje y natural. En sus 38.000 hectáreas en tierra y unas 12.000 en el ámbito marino encontramos numerosas especies animales y vegetales, pueblos con culturas muy características, caminos polvorientos y senderos que nos conducen a playas solitarias de monumental belleza.

Este Parque Natural cuenta con diferentes niveles de protección, contando algunas zonas del mismo con acceso muy limitado, y por tanto tienen que ser minuciosamente respetados por los visitantes que recibe la zona. Como ejemplo tenemos El Arrecife de las Sirenas, situado bajo el faro que guía los barcos a un lado y otro del cabo, en el cual no es posible practicar actividades de buceo y náuticas.

Para poder disfrutar del Cabo de Gata, intentaremos visitarlo en aquellas fechas en las que las playas están menos asediadas por turistas. La época estival se alarga debido al clima tan bueno del que goza Almería, resultando ser muy buenas fechas las estaciones de primavera, otoño e incluso invierno.

Sus paisajes han sido en ocasiones escenario de películas y demás actividades televisivas, no en vano filmes tan famosos como Indiana Jones y la Última Cruzada han aprovechado las vistas vírgenes del cabo.

Economía basada en la escasez del agua

Es difícil imaginar como el hombre se abrió camino y sobrevivió en este paisaje de apariencia inerte. Como principal obstáculo tenía la escasez de agua, debido a las insuficientes precipitaciones. Para ello el ingenio procuró la construcción de molinos, para el tratamiento de los cereales plantados en la época. Un cambio en la economía, la desvió hacia la recogida de esparto, tomillo, etc.

En la aldea de Rodalquilar encontramos una explotación minera, actualmente en desuso, en la que se extraía oro hasta el año 1966.

La artesanía del Cabo de Gata está llena de objetos creados para satisfacer las necesidades que ofrecía el lugar, pudiendo hallar utensilios de cerámica de todo tipo. Aunque como objeto más deseado por el visitante cabe citar la famosa jarapa, mantas compuestas de tiras de tela para paliar la sensación de frío del invierno.

Otras formas de economía son las salinas del pueblo de Cabo de Gata y la pesca artesanal.

Hoy día todo esta cambiando, las pequeñas aldeas cada vez tienen más aspecto de pueblo, como consecuencia de la construcción de viviendas para cubrir la demanda. El lugar está de moda y cuenta cada vez con más asistencia de turistas, aumentando por tanto el número de hoteles, restaurantes y lugares destinados a este tipo de servicio. En oposición a esto tenemos la declaración como Parque Natural, otorgando la protección necesaria para que no sea invadida por grandes construcciones y conservando así sus costas intactas.

Haciendo búlder en la playa de Mónsul

En este parque de origen volcánico, es común encontrar numerosas rocas talladas por el golpeo constante del mar, ofreciendo en la playa de Mónsul un muro excepcional para la práctica de la escalada de bloque.

Todo empezó a partir de la búsqueda, por parte de los escaladores almerienses, de una zona que sin la necesidad de usar la cuerda permitiese entrenar con objeto de mejorar el rendimiento en rutas de escalada deportiva. Eran tiempos en los que la escalada de bloque y el búlder complementaban el entrenamiento, para después conseguir una mejoría de cara a escaladas de rutas deportivas. Todavía no había surgido la fiebre del búlder tal y como la conocemos hoy en día.

Debido a la gran afluencia turística con la que cuenta el Cabo de Gata, algún que otro visitante se ha calzado los pies de gato para la práctica del bloque, que de forma involuntaria ha dado con este mosaico de bolos volcánicos.

Es en la playa de Mónsul donde encontramos el mejor paño de roca para ‘blocar’, ofreciéndonos un muro con forma sinuosa, que aumenta en desplome hasta llegar a techo en su parte más alta. El tipo de agarre más abundante es el bolo redondo. Los hay de todos los tamaños y formas, y con un tacto muy abrasivo que sin duda nos hará sufrir si no tenemos las yemas duras, aunque por el contrario es muy agradecido y poco lesivo para los dedos.

Conforme accedemos a la playa de Mónsul, encontramos el muro en su lado derecho camino a la Ensenada de Media Luna, recorriendo varios centenares de metros en los que no pararemos de tropezar con manchas de magnesio, testigos de los bloques realizados por anteriores aficionados al búlder.

Pese al manto de arena fina que envuelve todo el bloque, el uso de colchoneta es aconsejable para proteger cada problema. Igualmente es conveniente ir acompañado por un buen portero, que a su vez comparta su imaginación para la creación de nuevos pasos y así no permitir que merme el fanatismo.

No se trata de una zona de bloque en la que estén delimitados niveles o grados, pues abunda el canto por todos los rincones, aumentando o disminuyendo la dificultad conforme variemos el orden y selección de agarres válidos. También cabe la posibilidad de escalar largas travesías a un lado y otro, hasta el punto de agotar los antebrazos por la acción del ácido láctico.

Este destino es idóneo para encontrar mucha tranquilidad, eso sí, teniendo en consideración los meses en los que la población aumenta, debido a los turistas que se acercan en una incesante búsqueda de sol y playa.

Otros rincones recomendables

Sin duda la playa de Mónsul es difícil de superar, resultando ser la preferida por los escaladores y teniendo la roca de mejor calidad para la realización de bloques. Aunque también es posible escalar en El Playazo y las Calas del Barronal, pero con menos posibilidades de las que nos ofrece Mónsul.

El Playazo es una playa cercana a la aldea de Rodalquilar. Para llegar a su pequeña zona escalable, nos dirigiremos bajo el castillo que se alza evidente en el lado izquierdo conforme accedemos a la playa. Sin duda se trata de uno de los paisajes más bellos del Cabo de Gata, realizando las escaladas junto a unos acantilados de tono tostado. Este rinconcito se alza sobre una repisa que nos asoma al mar, encontrando roca tipo arenisca y un búlder pequeño aunque coqueto. El tipo de agarre es generalmente romo y cantos buenos, con excelente adherencia.

En las Calas del Barronal se nos ofrece otra alternativa, aunque es difícil encontrar escaladores en ellas por tratarse de un sitio mucho más alejado que Mónsul y tener una roca de peor calidad castigada por el salitre.

Paseando por este hermoso Parque Natural no es extraño tropezar con rocas que despertarán la curiosidad de todo fanático del bloque, como consecuencia de la llamativa forma de las mismas. Por el contrario, es necesario prestar atención y no realizar escaladas en aquellas que no estén suficientemente compuestas o tenga mala caída, para así evitar accidentes.

Este Parque Natural cuenta con numerosas playas y calas, en las que disfrutaremos de paisajes increíbles y respiraremos una tranquilidad difícil de encontrar hoy en día, aunque para ello es necesario tener en cuenta las fechas que cuentan con menos visitas.

La playa de Mónsul es una de las más bonitas de Cabo de Gata, que junto a la de Los Genoveses sirvió de desembarco de piratas que surcaban el Mediterráneo en tiempos de abordajes y búsquedas de tesoros.

Los escaladores encontramos nuestro tesoro en forma de roca volcánica en la playa de Mónsul, en la que nos peleamos constantemente con sus bolos, para lograr conseguir nuestro personal desembarco a lo más alto de este excepcional muro.

Etiquetas
stats