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Legendaria y clásica

Pico Veleta, vía 'Paco-Pepe'

Pablo Gómez

Las cumbres de La Sierra, tal y como es llamada por los granadinos, nos permitirán respirar la leyenda en cada uno de sus rincones. No en vano cuenta que un rey moro llamado Muley Hacen descansa en el pico más alto de la Península Ibérica. También escucharás hermosas historias sobre sus lagunas, explicando que son los ojos del Mediterráneo y manifiestan su estado ánimo.

Son numerosas las hazañas que sobre los años sesetna y setenta rondaron por este enorme muro. Aquellos años en los que la escalada era catalogada como un deporte de locos, bastaba un poco de ilusión para conseguir abrirse camino entre este enorme muro de roca metamórfica. De camino a la cumbre y situando nuestra imaginación en las primeras aperturas, nos hará entender la valentía con la que contaban estos pioneros.

Una vez situados en la Hoya de la Mora, debemos subir caminando hasta las Posiciones del Veleta, invirtiendo alrededor de una hora a buen paso. Otra forma de subir es mediante el autobús del Parque Nacional, que tiene su salida junto al albergue universitario. De esta manera ahorraremos tiempo y fuerzas a cambio de unos pocos euros.

Desde las Posiciones continuamos por el conocido Veredón que desciende hasta el Corral del Veleta, el inicio de esta vereda lo encontramos junto a dos señalizaciones de madera. El Veredón baja evidente en un final muy pronunciado, encontrando el comienzo de la ruta deseada justo después de haberlo descendido.

La ‘Paco-Pepe’ es una ruta clásica que fue abierta por Paco Olmedo y Pepe Guardia en el verano de 1972. Eran años en los que la tecnología no había diseñado ningún mosquetón ultraligero, ni tan siquiera contaban con la súper adherente goma de los pies de gato y en los que un simple as de guía que rodeaba la cintura del escalador servía de arnés. Aunque por el contrario, estos escaladores contaban con mucha ilusión y motivación por la apertura de nuevas rutas en este mosaico de roca pizarra.

Para encontrar la vía, nos situaremos en la gran laja que da comienzo a los Extraplomos o Diedros del Veleta, muy visible cuando descendemos por el Veredón. La vía Paco-Pepe comienza más a la derecha de esta, discurriendo su primer largo por una rampa con cierta travesía a la izquierda.

El primer largo es muy sencillo. Cuenta con un clavo en su tramo final y dos chapas con parabolts se hayan en su primera reunión, la cual está situada a unos 40 metros desde el inicio. El resto del largo lo deberemos de autoproteger, en especial sobre una fisura ancha en nuestro lado derecho.

Partimos de la reunión con objeto de enfrentarnos con el segundo largo, nada más empezar una chapa nos desea suerte. A continuación, un clavo nos indica que la ruta se va hacia la izquierda esquivando un pequeño techo con algún que otro bloque descompuesto. La dificultad va aumentando y empezamos a notar cierta diferencia con respecto al largo de comienzo.

Llegamos a la segunda reunión, en este caso solo hay una chapa con parabolt, que acompañada de algún que otro fisurero nos servirá para asegurar al compañero de cordada. Desde aquí haremos una travesía a la derecha, caminando por un bazar de unos 40 metros, lo podemos hacer en ensamble o asegurado como un largo normal.

Para hacer el tercer largo, colocaremos unos empotradores para así disponer de reunión, pues es el único punto donde no existe nada equipado. Este tramo va por una fisura horizontal de unos 20 metros y la roca empieza a ser más compuesta. Es aquí donde sortearemos el famoso Paso del Lagarto, para los más flexibles y contorsionistas se trata de un mero trámite. El resto hasta la siguiente reunión corre a través de una repisa, que sin mayor dificultad y con un poco de equilibrio, nos acerca a su final.

Tramo delicado

Llegados bajo el cuarto largo, vemos un bonito diedro en el que haremos frente al paso más difícil de toda nuestra escalada. En sus primeros compases una trepada fácil hasta el inicio de una fisura, estrechándose conforme continuamos hacia la cumbre. A nuestra derecha dejamos otro diedro, que cuenta con un parabolt expansionado en exceso. Este largo mide unos 25 metros, en su final y bajo la siguiente reunión dos clavos protegen el tramo más delicado y difícil de toda la vía, esquivando un techito por su costado derecho.

Aún nos quedan un par de largos para finalizar la actividad, el siguiente sale de una reunión perfectamente asegurada con dos parabolts. A través de una placa tumbada y con repisas de buen canto, disfrutaremos de un largo cómodo que nos conduce en una leve travesía a la izquierda, hasta llegar a una repisa que cuenta con una chapa para asegurar al compañero de escalada.

Ha llegado la hora de conquistar la vía ‘Paco-Pepe’, para ello un inmejorable largo que dispone de un tramo muy aéreo en sus últimos movimientos, para ello venceremos un primer trecho con bloques monumentales, que admiten la entrada de empotradores en su fisuras. A la salida un rampa nos acerca de forma evidente a dos chapas, en las que aseguraremos la subida del segundo de cordada.

Podremos disfrutar de hermosas vistas alrededor, con los picos Alcazaba y Mulhacén como testigos de nuestra escalada, brisa fresca que secará el sudor y que invita a colocarse la sudadera y, por si fuera poca recompensa, un abrazo con nuestra cordada por la consecución de esta maravillosa clásica del Veleta.

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