Cierren la puerta del PP que hay corriente

Su tesis es que si te acercas a los nacionalistas, se radicalizan. Y pone el ejemplo de la propia CC, que ha esgrimido la bandera del soberanismo chicharrero de Don Pepito justo cuando gobierna aliado a los populares, actitud sobre la que Soria no ha dicho siquiera esta boca es mía, pues lo dice tan en voz baja y tan escuetamente que no se le oye. Cuando las andanzas de Zerolo ?al que hoy El País destapa de nuevo en su enjuague con Las Teresitas? se conozcan del todo y alguien revele la “gran sintonía” entre el soberanista de nuevo cuño y el líder del PP, algunos se van a poner rojos, pero no por cambio de ideología, sino por simple rubor y azoramiento.

Ignoro en qué va a acabar todo esto y si los cambios en la “política de comunicación del PP” que propone Soria comienzan por su propia casa, acabando con vetos, querellas, razzias y malos modales más propios de la política decimonónica que del siglo XXI. Tampoco conozco cuales son las enmiendas que le prepara San Gil a Soria y que piensa la otra afectada, la catalana Alicia Sánchez, que de momento se alinea con Génova 13 pero que también se queja de las maneras que tiene Soria de escribir ponencias a cuatro manos sin consultar a nadie. Pero lo que parece claro es que se han acabado ya los tiempos del “ordeno y mando” en el PP, que la democracia interna se está abriendo paso aún a fuerza de dimisiones como la de San Gil o de riesgos como los que adopta Simón. Ya no será tan fácil echar al discrepante, poner mordaza a los críticos, aislar o marginar al que opina diferente. Soria lo ha experimentado esta semana en dos nuevos frentes, en Canarias y en Madrid, y esto no ha hecho mas que comenzar.

Federico Utrera