Coalición Canaria, difusa

Ahora mismo Fernando Clavijo es presidente de Canarias por culpa del sistema electoral canario y del Estatuto de Autonomía Segunda “B” que tenemos en el Archipiélago. Comentaba el otro día con un amigo periodista que de nuevo allá por 2019 estaremos otra vez echando pestes del tal sistema electoral y de un Estatuto que no permite convocar nuevas elecciones anticipadas, y que si se hace una moción de censura tienen que ser con un candidato de los 60 diputados que ahora mismo hay en Teobaldo Power, y dos piedras del Teide. Con todo esto, la nueva situación política dibuja a una Coalición Canaria que se hunde paulatinamente, y que su propio secretario general, el majorero José Miguel Barragán califica en su último informe en la reunión del Consejo Político de la formación celebrado en la calle Buenos Aires de la capital grancanaria, y en el cual entre otros piropos Barragán afirma que “hemos perdido el contacto con nuestra gente, los ciudadanos nos perciben cada vez más alejados de la calle, con una identidad difusa, que vivimos en una confrontación interna permanente y que, con el paso de los años, hemos perdido la ilusión y desdibujado las metas colectivas que forjaron nuestra creación”, terminaba Barragán. Demasiado para el body, dijo un asistente al final de la reunión no exenta de nerviosismo.

A toda esta situación viene ahora Ana Oramas a difuminar más a Coalición Canaria, en plan difusa y confusa, afirmando que CC no pactará con el PSOE mientras esté Podemos en esa conjunción. Más líos internos, porque el propio José Miguel Barragán y Mario Cabrera, de Fuerteventura los dos, le han dicho a Ana Oramas que la política de pactos a nivel nacional la tomaría en su momento el Consejo Político, y que la diputada en el Congreso no debe anticipar decisiones colectivas. Tampoco Claudina Morales está de acuerdo con Ana Oramas. Como ven, Coalición Canaria está difusa, dixit Barragán, y muy confusa añado por mi parte. Ahora mismo CC vuelve a ser fundamentalmente ATI, con problemas serios de relaciones con la antigua Asamblea Majorera, con la API palmera, y nada digamos con la AHÍ de El Hierro. En Gran Canaria, CC no existe, y en Lanzarote y La Gomera también están en horas bajas. Un panorama nada halagüeño, muy difuso.

Está claro que la opinión personal de Ana Oramas contraria a un acuerdo entre el PSOE y Podemos, y que cuenta con el apoyo de Fernando Clavijo, protegido de la que fuera también alcaldesa de La Laguna, y uno de los más escorados a la derecha de la ATI chicharrera, deja a Nueva Canarias todo el espacio libre en defensa de la Agenda Canaria en los madriles, y en eso Pedro Quevedo está haciendo una labor muy inteligente, y de paso están arrinconando a CC hacia la derecha, lo que podría precipitar la temida ruptura interna. Me chisman amigos y “gargantas profundas” que tengo en Tenerife, que no se explican el tremendo error táctico de Ana Oramas, y que no saben a qué estrategia corresponde.

Uno de estos comunicantes chicharreros me decía que entre parte de la dirección de CC se comenta no sin cierta sorna que Ana Oramas se ha tomado muy en serio eso que dice la prensa de extrema derecha que Pablo Iglesias y Podemos son “marxistas, leninistas, castristas, chavistas, comunistas, bolivarianos, independentistas y hasta terroristas, lo cual en ciertas cafeterías de la Avenida Anaga produce hilaridad, cachondeo y numerosos chistes. De momento la posición de Ana Oramas contradice la eterna postura de CC de estar cercana al Poder constituido en Madrid, y de haber al final un gobierno constituido por PSOE, Podemos, Izquierda Unida y Partido Nacionalista Vasco, mal asunto para la autonomía canaria, y eso tiene muy en guardia a sectores de CC que no comulgan ni van a misa con Clavijo ni Oramas. En la calle la Carrera de La Laguna, al igual que en Santa Cruz, los comentarios son cada vez más fisusos y confusos. Mientras, Pedro Sánchez sigue en un territorio ignoto, desconocido para los políticos españoles tras cuarenta años de dictadura y otros tantos de bipartidismo, el de la cultura parlamentaria y la de los pactos.