Denuncian a un ''poeta''

He indagado en las fuentes en las que bebió el poeta, que para mayor desdicha del destino se llama o firma “Arquímedes García Gotera”. Cuando no se ha querido desvelar su identidad ante la jueza, me temo que el tal Gotera, pariente quizás de Pepe y Otilio, los de aquellas viejas “chapuzas a domicilio”, sea un periodista o editor metido a literato que no tenía nada con que llenar la sección “Versos de cada Día” y le dio por humillar a las musas. Que una isla que haya dado tantos y tan buenos poetas (Pedro García Cabrera, Luis Feria, Rafael Arozarena, Manolo Padorno -que nació en Tenerife-, etc...) y alumbró una revista como “Gaceta de Arte” propague la lírica así, es sintomático de lo descuidada que ha estado la cultura todos estos años. Cierto es que la apología del racismo, la discriminación o la violencia se ha puesto por fortuna muy difícil en nuestras sociedades contemporáneas y que ya no vale todo. Y lo sé de propia mano porque durante casi veinte años trabajé en un diario grancanario de papel donde las expresiones, artículos y titulares que hacían clara apología del racismo, publicados para satisfacer los comentarios xenófobos con que su editor nos ilustraba, definieron la política migratoria de “su” periódico. Por eso, todo el cuidado que pongamos es poco.

Pero aún así, me parece mucho más grave que el nacionalista Isaac Valencia, alcalde de La Orotava, aparejador de profesión y no un analfabeto, declare que “los políticos en Madrid nos tienen abandonados, nos enteramos de que viene una patera cuando están a cincuenta metros. Las costas canarias están a merced de que el moro venga y nos lleve por delante”. Está dicho en (pésima) prosa, pero es la misma demagogia que el poeta Gotera nos transmite en esas controvertidas décimas, que reproduzco en su parte omitida advirtiendo que pueden herir la sensibilidad del espectador. Por ello su lectura no está recomendada para menores de edad ni enfermos cardiovasculares porque a veces un mal verso hace más daño que un mal vino: “María Teresa de la Vega / mujer grandiosa y portentosa, / testaruda y muy poderosa, / nos quiere dejar sin bandera. / De moros siete u ocho pateras / llenar a Canarias entera / de nuevos pobladores,/ extranjeros a montones / paseando por la carretera / y nosotros que nos vayamos pa'fuera. / De moros ya tenemos una jartera / viviendo en plazas, parques y cuevas, / en playas, valles y laderas / ya está Canarias llena. / Yo no sé si esto será cosa buena. / esta oleada negra, / la cosa se pone bastante fea / esto lo ve cualquiera, / que tenemos que dejar nuestra tierra / y nosotros emigrar pa fuera. / Me despido con un abrazo / a María Teresa y al Zapatero, / por ser los dos tan buenos / de perder el pueblo canario. / Lo digo con este agravio / por sus actitudes irresponsables, / que ya todo el mundo lo sabe / que no tiene nada de humanos, / ya todos lo aseguramos / que seremos moros en vez de cristianos”.?¿“Versos” racistas? Más que evidente, pero sigo pensando que el tribunal ante el que deberían comparecer sería el del Parnaso. Y la condena, obvia: obligar a su autor a leer cien veces la “Antología de la Poesía canaria del siglo XX” de Sebastián de la Nuez, de la cual poseo la edición bilingüe en inglés traducida por Louis Bourne. Disfrutando y aprendiendo con ella comprenderán porqué los canarios que emigran no son tratados fuera como los piratas o bucaneros con que algunos identifican al que ahora recorre el camino contrario...

Federico Utrera