Un año apasionante

Nada menos que cinco elecciones nos aguardan en este apasionante 2015. Vamos a empezar con Grecia, para seguir seguramente con Andalucía en marzo, luego en mayo las autonómicas y municipales, en septiembre las de Cataluña, y en noviembre si no hay cambio de fecha las generales españolas. Un trepidante año político en el cual si la izquierda espabila y van arrejuntadas y se dejan de boberías, puede cambiar el curso de la historia de Europa y en España en donde el bipartidismo socialdemócrata y popular se ha venido repartiendo el poder desde el final de la II Guerra Mundial. Para que vean los canguelos que ahora mismo existe dentro de esta casta europea y hasta mundial, los esfuerzos desesperados que están haciendo el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea (CE) para que Grecia no gane Syriza son realmente nauseabundo.

Y no es casualidad que los dirigentes de estas tres instituciones sean unos presuntos delincuentes. Para empezar, la directora del FMI, Christine Lagarde, está imputada en Francia por sus actuaciones cuando era ministra de Finanzas en el caso “Tapie”, por corrupción y abuso de autoridad; le sigue pisándole los talones de la presunta delincuencia el director del Banco Central Europeo, que era el director para Europa del banco financiero norteamericano Goldman Sachs cuando esta entidad falseó la contabilidad nacional de Grecia durante seis años durante el mandato de Nueva Democracia, la derecha griega equivalente al PP español. Y para terminar y componer la troika del latrocinio, está Jean Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, que permitió a muchas multinacionales instalarse en Luxemburgo cuando era primer ministro de su país, y apenas pagar impuestos, o mejor dicho, evadirlos, con el consiguiente delito fiscal. Estos tres personajes de la casta europea se dedican ahora a meter miedo a los griegos para que no voten a Syriza. La que le espera a Pablo Iglesias a final de año puede ser gorda.

Me detengo en Grecia como si fuera un gran forofo del Panatinaikos, cuando simpatizo con el Olympiacos, desde que me enteré que Alexis Tsipras es socio de este gran equipo de fútbol y baloncesto, pero dejo a un lado a la República Helena y me vengo a Andalucía. ¿Convocará Susana Díaz elecciones anticipadas? Estoy convencido que sí, porque los motivos no son los enfados con Izquierda Unida, la cuestión es coger con el pie cambiado a la líder de Podemos de Andalucía, Teresa Rodríguez, flamante eurodiputada de los cinco podemistas que salieron en mayo pasado en las europeas con Pablo Iglesias a la cabeza. Todos los analistas coinciden en que si el PSOE-A tuviese un tropiezo en las andaluzas, la debacle para el PSOE nacional en las municipales de mayo próximo sería terrorífica y Susana Díaz tiene datos que si adelanta las elecciones Podemos no se puede organizar como debiera y Teresa Rodríguez no tendrá tiempo ni de ir a la peluquería.

El año es tan apasionante, y después llega la cita de Cataluña y las elecciones generales españolas, y a lo mejor será ahora no poner todos los huevos en la misma cesta, si no ir por partes y capítulos. Se lo comento a mi vecina del quinto, y me contesta con su ácido humor: “Se ha olvidado de algo este año, a ver si la Unión Deportiva sube a Primera División”. Tiene razón la condenada.