Niños en titulares

Recuerdo que hace años, no pocos pero tampoco muchos, los titulares de estos días los ocupaban los niños que participaban en la Operación Plus Ultra. Pablito que cuidaba con abnegación a su madre; Merceditas, que cargaba todos los días agua y leña para su abuela durante varios kilómetros; o Juan, que había salvado a una niña más pequeña de morir ahogada, mostrando gran arrojo y valentía.No creo que hayan dejado de existir niños como Pablito, Merceditas y compañía, ni quiero pensar que los pequeños delincuentes sean fruto sólo de nuestro tiempo, aunque hayamos creado fenómenos propios. Sí considero, no obstante, que hemos perdido el interés por los valores humanos y que lo único que despierta nuestra atención es el lado oscuro de las cosas. Los informativos ya no son noticiarios sino regueros de sangre e historias truculentas. Una historia de abnegación o heroísmo se considera ñoña y cursi, y no tiene audiencia, ni se comenta. Una historia al margen de la ley, con violencia, robos o sexo sí despierta nuestra atención.No obstante estos días son ya el último reducto del año donde los buenos sentimientos se convierten en bandera, aunque sólo sea a modo de tendencia de temporada. Me resisto a admitir lo que escupe la televisión como única realidad aceptable. Es más, todavía creo que es necesario reivindicar la ''cursilería'' de la bondad, el amor y la decencia de vez en cuando. Aunque tenga que ser en Navidad y con la misma confianza con que apelamos a la paz mundial. En fin, con todo, mis mejores deseos para todos ustedes.

Esperanza Pamplona