Pactos por filtraciones

Entonces costaba varias jornadas llegar a Mogán por tierra. Y ni les cuento de las calmas de Juan Grande y los ventarrones del Descojonado para hacerlo por mar. Pero debía comunicársele a los moganeros el destronamiento de Isabel II y la Junta revolucionaria envió allá a un comisionado que regresó a la semana y pico con el mensaje de un antecesor de González, satisfecho el hombre porque “hacía mucho tiempo que en el pueblo de Mogán se estaba trabajando para echar abajo a los Borbones”.Hoy, 150 años después, aún no sabemos si fue Mogán el oculto Deus ex machina de la caída de la monarquía española. Espero que lo del macho Soria se resuelva antes.También llenó el vacío de filtraciones Ángel Acebes con su neurona única. Dice que el PP pactaría con CC para gobernar Canarias, si los nacionalistas aceptan rebajar al Estatuto. A ver qué cuenta Paulino, que en uno de sus momentos de rompetechos institucional aseguró tolerancia cero a los recortes.Están, pues, salivando en la fase del pacto y repacto para el reparto. Una marcha que le va a Mauricio, quien advirtió a los psocialistas que la actitud “díscola” de López Aguilar excluirá al PSC del Reino de los Cielos de los acuerdos.Por otro lado, dicen que Mauricio estaría dispuesto a dinamitar CC en beneficio del PSC y en el suyo propio. Como hay precedentes, no me sorprendería que esta voladura fuera uno de los 12.500 escenarios que le caben en la cabeza. Pero no es asunto de capacidad craneal sino de sus intenciones últimas; que no suelen ser buenas.Es decir, no sé si es que Mauricio volvió a dejarse llevar de su natural destrozón, o si pretende inducir a los dirigentes del PSC a frenar los impulsos de su candidato presidencial, que es de los de agüita cuando se embala. Se trataría de darle unos cuantos puyazos para pararle la carrerilla y tener la fiesta en paz.Algo parecido debió olerse Juan Carlos Alemán. Nota a peperos y nacionalistas nerviosos y preocupados por lo que harán a partir del 28 de mayo, tras las votaciones del día anterior. Piensa que quieren crear alrededor de los pactos un debate desmotivador para que la gente no acuda a votar, porque, total, para qué molestarse si está ya todo amarrado. La abstención, diz, sólo perjudicaría al PSC que pone el acento en la movilización de los aburridos de tanta leche machanga.Una estrategia ésta que no comunicaron a Mario Cabrera, presidente nacionalero del Cabildo de Fuertventura. Para Cabrera hablar ya de pactos poselectorales es un fraude a los ciudadanos: prefiere que el fraude sea después.