Rajoy o el Dr. Franz de Copenhague

La ambiciosa presidenta de la Comunidad de Madrid y el no menos ambicioso alcalde de la capital de España luchan a cara de perro para hacerse con la hegemonía de una de las más importantes entidades financieras de España. Y, para mayor escarnio, eso acontece justo en medio de la crisis económica, la más pavorosa desde la Gran Depresión norteamericana de 1929.

Asombroso

Resulta verdaderamente asombroso que Rajoy vaya disertando en los medios de comunicación acerca del futuro de Caja Madrid ?como si fuera un tertuliano más o menos experto en la materia-, cuando él tiene en su mano, según repite una y otra vez, la solución al contencioso. ¿Por qué opina en las radios, las televisiones o los periódicos y, en cambio, se muestra incapaz de dar un puñetazo encima de la mesa obligando a los dos contendientes a que dejen de comportarse como un par de irresponsables?

Control o tutela

Sabemos que Rajoy, de ser presidente del Gobierno, delegaría el control o tutela de las Cajas al Banco de España y las alejaría “de la política”. No entremos en el fondo de la cuestión, aunque el presidente del PP parece ignorar que la supervisión al céntimo de las Cajas por parte del Banco de España hace tiempo que funciona, pues forma parte de sus deberes.

¿A qué espera, don Mariano?

Pero al margen de esta ocurrencia de Rajoy ?que recuerda alguno de aquellos pintorescos inventos del Doctor Franz de Copenhague en el TBO-, llama poderosamente la atención que no ordene de inmediato el alto el fuego de Aguirre contra Gallardón y viceversa. El “espectáculo es poco edificante”, sostiene públicamente Rajoy. ¿Y a qué espera usted, don Mariano, a ejercer su autoridad dentro del PP y poner firmes a la presidenta y al alcalde?

¿Privatización de las cajas?

Incluso Francisco Granados, que es uno de los hombres de confianza de Aguirre, ha replicado a Rajoy en tono más bien enérgico e impertinente. Habría, en todo caso, que preguntar al jefe de la derecha política: ¿No se atreve a imponer sus criterios frente a Aguirre, que va por su cuenta y no disimula su escasa simpatía por usted, al que aspira a suceder en la cúpula del PP y como candidata a la presidencia del Gobierno? ¿Qué le parece que los aguirristas defiendan la privatización de las cajas? ¿Tampoco se atreve a plantar cara a Gallardón, cuya fidelidad es poco consistente, aunque mantenga un silencio tan lógico como sospechoso?

El PSM

En cuanto al PSOE de Madrid, su actuación en el tramo actual de la crisis de Caja Madrid, ha contribuido a proyectar una imagen un tanto errática, en apariencia al menos contradictoria y, en la práctica, desafortunada. Dos socialistas han votado a su aire y han sido expedientados. Tomás Gómez, que es el actual número uno del PSM, no ha salido bien librado del primer embate de su mandato. ¿Se estará repitiendo la maldición de la antigua FSM, aunque ayer hubo cierre de filas y afirmaciones sensatas, quizás algo tardías?

* Director de El Plural Enric Sopena*