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Un fantasma recorre Europa (y II)

Antonio González Viéitez / Antonio González Vieitez

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Y lo primero a destacar es que ese absoluto predominio de la Economía sobre la Política, se debe a la falta de acción de esta última, que se ha reflejado en el abandono progresivo de sus reglas y sus leyes. Así, la Desregulación, bajo el pretexto que la maraña de normas restaba agilidad y eficiencia a la competitividad, no ha hecho otra cosa que crear agujeros legislativos negros y otorgar plena cancha a la ¿ley? de la jungla con el objetivo de acabar con la sociedad humana civilizada.

Por tanto, lo primero que se requiere es Reconquistar la Política. Porque hay que recordar que el tortuoso camino de la civilización y el progreso, solo se ha podido transitar mediante la promulgación de leyes. Así se abolió la esclavitud, se universalizó el derecho del sufragio, se garantizó la libertad sindical, se establecieron los derechos del Hombre?.Y todo eso fue posible porque había leyes, jueces y policía. Es decir, Estado de Derecho que emanaba del noble ejercicio de la Política.

De ahí que ante el ataque de la Desregulación y de la Competitividad sin límite alguno que venimos sufriendo, nuestra única defensa sea la Regeneración y la Reconquista de la Política. Y de ahí que el sistema que controla el mundo, tenga un enorme y combativo interés en que los pueblos no utilicen la Política. En ello les va la vida. Y por eso se esfuerzan en prostituirla, en hacerla repugnante y, en lo esencial, perfectamente prescindible. Por eso, cuando la gente (en especial los jóvenes) entona el estribillo de que “la Política no nos interesa”, se frotan las manos porque están consiguiendo inutilizar el único instrumento que puede, de forma civilizada, echar abajo su Economía Virtual y su sistema de dominio sobre todos nosotros. Y cuando las encuestas de opinión precisan (como lo están reflejando ahorita mismo) que los principales problemas que preocupan a la gente son, por este orden, el paro, la economía y, en tercer lugar, los políticos, eso supone que nos están ganando la partida.

Por eso, mentalicémonos: hay que reconquistar la Política. No hay otra.

¿Y qué se puede hacer desde la Política para espantar el fantasma? De acuerdo con lo ya visto, los problemas se centran en el comportamiento incontrolado del dinero bancario y en sus infinitas y sorprendentes posibilidades de especulación, porque parece que está ocurriendo lo que le pasaba al Aprendiz de Brujo de Paul Dukas.

Si recordamos que para especular tienes que poder comprar barato y vender caro, está claro lo que hay que hacer si se quiere acabar con la especulación (cosa del todo diferente es la facilidad o dificultad de conseguirlo). 1).- Por un lado, podemos suprimir la diversidad de las monedas. Por ejemplo, hoy ya nadie puede especular desde el marco contra la peseta, porque ya han desaparecido las dos monedas. Así, si las hacemos desaparecer a todas y solo nos quedamos con una, ya podemos impedir crisis como las del Sudeste asiático en los últimos noventa y la de Argentina en 2001. Es bueno recordar que Keynes planteó, con el bancor, algo parecido hace casi sesenta años. Y es cierto que parece utópico, pero también hace diez años nos lo hubiera parecido el plantear, nada más ni nada menos, la eliminación del marco alemán para crear el euro. Una propuesta así, por supuesto, tendría importantes dificultades técnicas, pero haría imposible un tipo de especulación muy frecuente y letal, la especulación cambiaria. 2).- De otro lado, si metiéramos en collera a la creación de dinero bancario, la economía de casino, como algunos llaman a la economía actual, dejaría de poder especular. A mi juicio, la forma perfecta y más adecuada para hacerlo es la Nacionalización de la Banca Mundial, Y que lo que hoy se llama Banco Mundial lo fuera de manera efectiva. Es cierto que se trata de una utopía (nunca una quimera) a largo plazo por su imprescindible ámbito mundial. En nuestro país y ahora mismo, se podría comenzar a nacionalizar casi la mitad de todo el sistema financiero español si, en vez de apostar por privatizar las Cajas de Ahorro, se defendiera su transformación (junto con el residual Instituto de Crédito Oficial, ICO) en Banca Pública. 3).- Por último, desde ya mismo, igual que hay leyes internacionales que penalizan la creación y circulación de billetes falsos de dinero legal, debería también de haber leyes que hiciera lo mismo con el dinero bancario que huye a los Paraísos Fiscales, donde nadie pregunta nada y todo está permitido. Ese dinero debería tener igual trato que el procedente del narcotráfico, la trata de blancas y el de los piratas somalíes.

La Política se reconquista con iniciativas como estas que consigan dominar a los mercados. Con el fin de evitar que esos ingentes flujos de dinero caliente nos destrocen el Mundo y nos castiguen a “no poder vivir por encima de nuestras posibilidades”.

A estas alturas es imprescindible hacer una muy importante aclaración. Todo lo dicho hasta aquí, está dicho desde el mundo de la economía convencional occidental. Y que nos rebelábamos contra los mecanismos de la Globalización Económica que, en pleno siglo XXI, cuando la riqueza de la sociedad humana occidental ha alcanzado su máxima cota histórica, se forzara un innecesario empobrecimiento masivo en beneficio de unos pocos controladores de la Economía Virtual.

No obstante, en el complejo mundo que nos toca vivir, existe otra dimensión de la realidad que, en el último medio siglo, se ha hecho presente de una manera implacable. Estamos hablando de los Límites de la Biosfera, del respeto a la fragilidad de los Recursos Naturales y de la Sostenibilidad. Hasta entonces, la economía convencional solo tenía en cuenta los aspectos monetarios de la producción, porque se entendía que el crecimiento no tenía límites y era, por definición, sostenible y sin externalidades negativas. Se tuvo que comenzar a contaminar por tierra, mar y aire para que se iniciara una verdadera atención al problema y comenzara a surgir una Cultura Ecológica de la Biosfera.

Y, desde esta perspectiva, los habitantes de las sociedades desarrolladas SÍ es cierto que “estamos viviendo por encima de nuestras posibilidades”.

Así, parece que nos encontramos entre dos fuegos, porque el grado de crecimiento material de la sociedad humana, aunque no está ni mucho menos generalizado a todos los pueblos de la Tierra, está rompiendo la mayor parte de los equilibrios de la Biosfera. Y, es de vital importancia cambiar nuestro modo de vida y nuestras pautas de consumo.

Entonces ¿en qué quedamos? ¿Estamos o no viviendo por encima de nuestras posibilidades?

Y ¡fíjense! Las dos cosas son verdad. Porque no es cierto que tengamos que trabajar más horas, o que no podamos tener garantizada la salud y la sanidad o que las pensiones no puedan mantenerse perfectamente en el próximo escenario de envejecimiento demográfico, o que no pueda soportarse el seguro de paro. Pero, al tiempo, tendremos que asumir como pauta vital, acabar con el despilfarro de la sociedad del consumo impulsivo, del usar y tirar, y del mandato efímero de las modas. Al tiempo que rescatar, entre otros, los conceptos de ahorro, austeridad, reutilización, reciclaje y energías limpias. Para acabar de una vez con nuestra espeluznante capacidad de quemar recursos y crear basura con la que, en apenas unas décadas, hemos inundado hasta el espacio sideral con chatarra cósmica.

Una última aclaración, igualmente imprescindible y de sobra conocida, que aquí vamos simplemente a mencionar. Hoy, en nuestro mundo, las desigualdades (y no hablamos de diferencias) entre los pueblos son colosales. Y toda la batalla por mantener las condiciones sociales de vida decente, y las condiciones de uso y reutilización de recursos naturales, ha de hacerse a escala planetaria. Y eso solo es posible mediante la redistribución de la riqueza y de la renta y la ampliación de la civilización a todos nuestros compatriotas de la Tierra.

Para terminar, es obligado hacer referencia al artículo con que D. Octavio Hernández hacía un conjunto de apuntes y críticas a la primera parte de este artículo en CANARIASAHORA, y que le agradezco. Paso a comentar algunas cuestiones.

1).- Escribe Don Octavio: Los Estados del Bienestar son un híbrido, un régimen bastardo, mestizo, mixto, un placebo, un entretenimiento para las masas. Cualquier institución humana es siempre una mezcla de elementos. Buscar prístinas purezas creo que es un esfuerzo baldío. Pero, en mi opinión, solo desde una visión conceptual y ahistórica, se puede mantener que las conquistas sociales del Estado de Bienestar son hoy irrelevantes. Y que las reacciones actuales contra su desmantelamiento son un placebo.

2).- Toda su argumentación para sostener que los Estados de Bienestar son fruto de la explotación colonial. En gran parte la considero cierta.

3).- Se detiene en acentuar la creciente hegemonía de los Países Emergentes, en especial de China. Lo que es evidente. Y califica la situación actual: Es un capitalismo global creado por europeos y americanos pero que van a acabar dirigiendo los asiáticos. La descripción de la rotación tiene muchos visos de producirse. Pero la clave, a mi juicio, es que el “Capital no tiene patria” y que, a nuestros efectos, da igual quién lo dirija. Lo fundamental reside en cómo abatirlo.

4).- En su última parte se centra en Canarias. Y comenta: Se dice que nuestro futuro está en África, pero a lo mejor eso acaba en que nuestro futuro será como ha sido el de África, es decir ninguno y, sigue comentando, como estamos en las antípodas de China estamos mal posicionados en el nuevo mundo que está surgiendo. Creo que es una grave ligereza hablar en esos términos del futuro de África. En relación con nuestra renta de situación, no comparto su afirmación ya que, pienso, el mundo de mañana no será más nunca unipolar.

5).- Continuando con Canarias, Don Octavio escribe: Hemos vivido en los últimos treinta años en un sistema de dumping, con salarios artificiales para trabajos ficticios en los que no se producía nada de auténtico valor sino paz social y anticomunismo[?] Nuestro modo de vida ha estado por encima de nuestras posibilidades. Me parece del todo falsa la caricatura que hace de la economía canaria que, a su parecer, formaría parte de lo que se ha llamado Economía Virtual. ¿Cuál es la referencia a tener en cuenta para hablar de “salarios verdaderos y trabajos reales”? ¿Es que una camarera de piso, un ferrallista, un agricultor tomatero, un agente de aduanas, un cirujano, un dependiente, son todos trabajos “ficticios”?

6).- Para mantener la tesis contraria a que “estamos viviendo por encima de nuestras posibilidades”, me remito a lo dicho más arriba.

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