El mensaje deseado y la fe necesitada

Sin duda, la visita del Papa despertará mucha expectación y curiosidad en millones de fieles cristianos, pero la gran pregunta prioritaria será: ¿cual será el mensaje que traerá en esta nueva oportunidad el líder del Vaticano en su cartera protocolaria como primer Ministro de La Iglesia Católica a la nueva generación española y do otros puntos diferentes de los países de Europa?. La Iglesia Católica, al igual que la mayoría de las religiones, es un poder fáctico que a lo largo de la Historia de la humanidad siempre se ha caracterizado por su ambición y con una enorme influencia religiosa sobre los gobiernos del mundo los gobiernos del mundo, salvo en el mundo islámico. Un juez eclesiástico poderoso y rico que con el paso del tiempo ha ido debilitándose en su propia jerarquía asociada a través de la Biblia o la Sagrada Escritura, conjunto de escritos sagrados inspirados en la primera alianza y en la nueva Alianza de Dios con los hombres. La Iglesia es sabedora de las carencias de alternativa con las que la nueva generación se encuentra en la actualidad. Una juventud aislada de la Iglesia al no contar con un mensaje esperanzador y que bien pudiera alimentar “puertas” de futuro para millones de jóvenes que intenta consolidar un futuro laboral y familiar. La Iglesia hasta hace poco se creía perfecta y virgen en sus convicciones y acciones humanas, pero con el tiempo y ante la llegada de las democracias, se comprobó que no era así. Así pues, es el momento de una nueva oportunidad para que la Iglesia en este nuevo evento de la Jornada Mundial de la Juventud que se llevará a cabo entre el 18 al 21 de agosto en Madrid, genere ideas, alternativas y convicción de fe en la nueva generación tan necesitada de confianza, valoración, fe y hechos que permitan creer en algo, ya que las clases políticas de muchos países del mundo no generan confianza ante tanta corrupción, las graves crisis económica y paro que ellos mismo han generado.

Rafael Lutzardo