¿Así se paga por el 155?

“El ministro de Fomento presenta un ambicioso plan director en EL PRAT de Barcelona para construir una nueva terminal con una inversión de 1600 millones de euros”.

Es evidente que la lógica ciudadana no suele tener nada que ver con la gestión política, ni esta con el uso de razón. Podría tratarse de una torpeza o broma de mal gusto. Pero tamaña barbaridad supone ofensa y escarnio para el resto de CCAA. En especial para la, muy maltratada por AENA, Comunidad Canaria.

¿Cómo es posible que en el aeropuerto Tenerife Sur, saturado con una vetusta terminal, T-1, en el límite de su capacidad operativa, en 40 años de existencia no haya sido rehabilitada, acondicionada y actualizada de acuerdo con las necesidades y calidad de servicio que merece este incuestionable foco de atracción turística?

Lo más grave, como síntoma del menosprecio que se nos prodiga: ¿Cabe mayor despropósito que se inaugurase en este TFS, con todo boato, una nueva terminal (la T-2; 43 millones de euros), año 2008, y que al día siguiente de la fastuosa ceremonia se le echase el cierre, y hoy, una década después siga tapiada e inoperativa? Saltó el escándalo cuando hace un año, en un pleno del Cabildo se exigió por unanimidad la construcción urgente de una T-2… ¡¡¡Nadie se había enterado que llevaba 10 años hecha y sin estrenar!!!... a pesar de la perseverante advertencia de esta plataforma. Ha pasado un año más y nadie da explicación de tan extraño disparate ni hay indicios de que vaya a resolverse con el carácter de urgencia que se requiere.

Podrían añadirse otras asignaturas pendientes y disimuladas con la prepotencia de un monopolio semiprivatizado, pero ejerciente por la impunidad que da pasividad de las autoridades locales y el carácter propio de un ente de naturaleza unilateral y despótica: La supresión del control de torre en los aeropuertos de La Gomera y El Hierro (AFIS) desde 2011. La asignación a Canarias de la 5ª Libertad del Aire; fundamental para su desarrollo presente y futuro. La CAT III-A (Sistema que permite aterrizar a los aviones actuales con visibilidad cero) en Los Rodeos, para evitar los desvíos al Sur por razones meteorológicas…

Al esperpéntico proyecto ministerial hay que añadir una línea de AVE que una los aeropuertos de Gerona y Barcelona en un “sistema único”.

No parece racional, con lo que se tiene en casa, una aberración político-económica de semejantes proporciones. Es como si al hijo más golfo de un hogar familiar, sin disponer de medios económicos suficientes, se le regalase el deportivo más caro del mercado para que se distrajera, se apaciguase y dejara de molestar con su mal comportamiento.

Es tan absurdo el titular e irracional la declaración del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, que sugiere una lectura aparte para encontrar explicación plausible a semejante disparate. Digamos que estamos en campaña… como casi siempre. Que el PP anda inquieto con la fuga de votos que las encuestas dirigen hacia Ciudadanos. “Que algo hay que hacer para descabalgar a estos del machito, porque esto del número de votos es la prioridad absoluta de nuestra gestión política”. (Por otra parte, como en todos los partidos). “Urdamos una trampa saducea para contraatacar al adversario descarado, que consistirá en que cualquier postura que adopte al respecto, será siempre perjudicial para sus intereses y, por ende, beneficiosa para nosotros; los de siempre”.trampa saducea

Pues parece que la papa caliente se la han puesto a Ciudadanos en la mano sin guante. Pues si rechaza con sentido común este despropósito, se encontrará con la animadversión de su electorado catalán no independentista, por atentar contra los intereses de toda Cataluña. Pero si lo acepta y apoya el vergonzoso despilfarro en favor de los más cercanos, se encontrará con la indignación generalizada del resto de España. En cualquiera de los dos casos sus perspectivas de futuro en cuanto a la contabilidad de votos, se irán al traste por un maniobra genial de marketing electoralista.

Siempre para desgracia de los ciudadanos, cuyos derechos e intereses están en manos poco deseables por maquiavélicas y facinerosas.