Sobre este blog

Empecé a leer cómics a la misma vez que aprendí  a leer y, desde entonces, no he parado de hacerlo. En todas estas décadas he leído cómics buenos, regulares y no tan buenos, pero siempre he creído que el lenguaje secuencial es la mejor -y más idónea- puerta de entrada para leer tanto letras como imágenes. Ahora leo más cómics digitales que físicos, pero el formato me sigue pareciendo igualmente válido y sigo considerando el cómic un arte.

DAREDEVIL YELLOW

Daredevil: Yellow publicado como serie limitada de seis números -entre agosto del 2001 y enero del 2002-representa todo un homenaje al veterano personaje de Marvel Comics, además de ser uno de los héroes de infancia del dibujante de la serie y partiendo de una indumentaria que solo lució durante los seis primeros números. Detrás del proyecto están el guionista Jeph Loeb y el dibujante Tim Sale, coloreado por Matt Hollingsworth, en un trabajo que resalta, más si cabe, la calidad de los lápices de Sale.

Los dos narradores se conocieron en la serie Challenges of the Unknown, y tras varios números sueltos de Batman como Halloween Specials y Legends of the Dark Knight se enfrascaron en proyectos más personales sobre el cruzado de Gotham City, primero en la serie limitada The Long Halloween y años después en Batman: Dark Victory. Sin embargo donde mayor proyección ha obtenido su trabajo ha sido contando los primeros años de personajes míticos como Superman, Hulk, Spider-man, o el propio Daredevil.

La razón de dichos proyectos, lo contó Tim Sale en una entrevista para el Dolmen #97 (marzo 2004) No me interesa la continuidad. Para mí es más interesante volver a la esencia de los personajes, al por qué existe ese personaje. Yo crecí leyendo los comics de Marvel: Daredevil, Spider-man, Hulk. Jeph, no. Él era más de DC. Quesada nos dio la oportunidad de poder hacer lo que soñaba.

De ahí títulos como Hulk: Grey, Spider-man: Blue o la obra que nos ocupa. En él, sus autores recorren lugares comunes o nunca vistos, parándose en los detalles cotidianos que hacen creíbles y cercanas las narraciones gráficas a los lectores.

Y en cada relato, se recuerda un suceso capital en la biografía de quien da título a la serie, ya sea la muerte de Jack “Batallador” Murdock y el recuerdo de Karen Page en el DD: Yellow o la desaparición Gwen Stacy y los primeros villanos en el Spider-man: Blue, verdaderos puntos de inflexión en sus vidas.

En esto tiene que ver mucho el colorido logrado por Matt Hollingsworth, quien logró que las páginas tuvieran la sensación de estar terminadas con acuarelas -cuando, en realidad, era el ordenador el verdadero responsable. El dibujante ayudó a esta sensación entintando sus lápices con la técnica de la aguada; esto es, colocó la tinta en varios recipientes y le añadió agua, aumentando la concentración del negro, según las necesidades del dibujo y así resaltaba las texturas y densidades. Sobre dicha técnica, Sale declaraba Daredevil Yellow lo dibujé con aguados porque quería que la ciudad de Nueva Cork fuera un personaje más de la historia. Creo que eso quedó muy bien (Dolmen #97)

DD:Yellow: La serie limitada paso a paso

El campeonato: Matt Murdock recuerda: Querida Karen: tengo miedo… Cuando empiezo a creer que voy a superarlo, cierro los ojos y te veo entre mis brazos… No puedo trabajar, Karen. No puedo vivir. Matt le escribe una carta a su amor perdido, tratando de sacar todo lo que le quema por dentro, queriendo volver a encontrar al verdadero “hombre sin miedo”. Para ello volveremos al pasado, a los momentos antes de la muerte de Jack “Batallador” Murdock a manos de su manager. Seremos testigos, por primera vez, de la visita en la que Sweeney, el “Arreglador”, burla a la justicia y da una lección al hijo del fallecido.

Llegará la graduación y el compromiso de los dos compañeros por hacer cumplir la justicia, juntos en Nelson & Murdock o… Murdock & Nelson. Pero quedaba una cuenta pendiente. Como Matthew Murdock no podía traicionar el juramento que le había hecho a su padre, pero tras una máscara, la cosa cambiaba. Batallador Murdock hizo de mí un luchador. Y había llegado el momento de entrar en el ring.

La medida de un hombre: Daredevil aparece en medio de la Cocina del Infierno y está buscando a una persona (bueno, dos para ser exactos) Slade, el matón del “Arreglador” fue fácil. Su jefe se resistió, pero su corazón no aguantó. Todo fue rápido, sin casi confrontación. Batallador estaba vengado, Daredevil había nacido.

Pero faltaba una última pieza: la llegada de Karen al bufete.

La entrada al ring: Sin avisar, Benjamin J. Grim -a.k.a. La Cosa- rompía, literalmente, la ventana del bufete, acompañado de los 4 fantásticos. Es el primer cliente y hay que celebrarlo con los compañeros, primero como Daredevil y luego como Matt, jugando al billar como solo un ciego puede hacer.

Al día siguiente, el abogado ciego visita a uno de los asesinos de su padre, Slade, a quien rechazó defender. Ahora le gustaría hacer un trato con el convicto, pero éste no puede aceptar, dado que si confiesa quién está detrás de todo, matarán a su familia.

De vuelta al trabajo una asustada joven, que responde al nombre de Grace, trata de buscar protección de un siniestro personaje, del que pronto conoceremos su aspecto, su nombre verdadero… Sus asociados lo conocen por el Búho

Reserva tu izquierda: El olor a chispas de electricidad nos dice que veremos al villano conocido como Electro, heredado de Spidey, cuando trabajaba en el encargo de los 4F.

Karen se pregunta cómo será vivir en el mismo barrio que tiene un superhéroe como Daredevil de defensor, mientras lo veía por la ventana.

Y de nuevo la electricidad, aquella que pondrá fin a la vida de Slade, otro episodio inédito. Debería ser liberadora, pero no lo fue, la muerte en directo nunca lo es.

Y con el recuerdo del Batallador y el olor de la ejecución, Foggy aparece con una proposición y un anillo para Karen.

Contra las cuerdas: Karen desaparece. Fue a llevar unos documentos y no regresó. Matt la busca, pero no la encuentra.

Todo forma parte de un plan del siniestro Búho para atraer al jefe de la secretaria. Hasta allí llega el héroe y tras la lucha, la rapaz desaparece.

Y después, mientras Karen le cuenta a su “jefe”cómo fue su rescate, éste aprovecha la ocasión, argumentando estar celoso, para tantear el corazón de la joven, sin saber que su socio, Foggy, será un mudo testigo de aquella escena.

La campana final: Karen lee el artículo de Ben Urich sobre la derrota de “El Matador” a manos del “cuernecitos”. Mientras tanto, Foggy Nelson protesta por la asignación de su caso, el llamado Hombre Púrpura (Mister Killgrove). Pero: “Foggy no estaba disgustado por el hombre púrpura, el bufete, o el sistema de justicia. Había dos hombres en aquella oficina, y los dos estaban enamorados de la misma mujer.”

Y para una vez que Karen acompaña a Foggy, el púrpura villano la secuestra y Daredevil tiene que intervenir, a riesgo de ponerla en peligro. Pero ella no se amilana y le propone cambiar de color el traje del héroe. ¿Por qué vistes de amarillo? Bueno, es que estaba pensando que, si vas a ser un diablo, ¿no sería más apropiado el rojo? (el cual no apareció hasta el DD #7)

Así la figura de Daredevil fue quien solucionó el conflicto entre los dos amigos y socios:- Mister DD, en persona, va a enseñarme la ciudad. -“Pintar la ciudad de rojo” creo que fueron sus palabras exactas- declarará una ensimismada Karen.

Hasta aquí la historia que todos conocíamos, contada de una u otra manera. La última anotación es para el viejo gimnasio “Fogwell”, comprado por Murdock y dirigido por Melvin Potter, antes el “Gladiador”, disfrutando de una segunda oportunidad.

Por fin hallé una manera de honrar a mi padre, a parte de vestir sus colores –Battling Jack’s Gym-.

Te echo de menos, Karen… y siempre te amaré.

Daredevil © Marvel Comics Inc, 2014

Dibujo de portada © Tim Sale, 2014

Sobre este blog

Empecé a leer cómics a la misma vez que aprendí  a leer y, desde entonces, no he parado de hacerlo. En todas estas décadas he leído cómics buenos, regulares y no tan buenos, pero siempre he creído que el lenguaje secuencial es la mejor -y más idónea- puerta de entrada para leer tanto letras como imágenes. Ahora leo más cómics digitales que físicos, pero el formato me sigue pareciendo igualmente válido y sigo considerando el cómic un arte.

Etiquetas
stats