'El Brujo' es ahora 'El Testigo' del flamenco

MADRID, 3 (EUROPA PRESS)

Rafael Álvarez “El Brujo” regresa a Madrid, al Teatro Infanta Isabel, con su espectáculo 'El Testigo', un relato escénico en torno a la vida y miserias del cantaor Miguel Pantalón, a quien ha puesto palabra el poeta gaditano Fernando Quiñones.

“El flamenco me ha aportado seguridad. La libertad en el arte es lo me han enseñado los flamencos”, ha dicho este jueves “El Brujo” en la presentación de la función. 'El Testigo', en cartel hasta el próximo 26 de junio, muestra una visión lúcida del ser humano, desnudo y sin aditivos.

La obra viene de nuevo a la capital (ya pudo verse en el Teatro Alcázar) muy rodada no sólo por España sino también por América Latina, donde Rafael Álvarez la ha llevado a Nicaragua, Costa Rica y Panamá. “Cuando estás aquí te das cuenta de que el flamenco es algo universal”, afirma “El Brujo” aludiendo al millar de espectadores que abarrotaron el teatro en ese último país.

VISIONARIO Y QUIJOTESCO

En 'El Testigo', el artista y director, evoca la vida del cantaor Miguel Pantalón, a quien define de “visionario cuando cantaba pero que no casaba bien con las convenciones del mundo, un muerto de hambre, un anárquico, un personaje quijotesco”.

En este espectáculo, Cádiz (la patria de Fernando Quiñones) resuena por los cuatro costados. “La gracia en Cádiz es gracia trascendida, ángel, un mundo limpio y luminoso”, ha explicado Rafael Álvarez recordando que Quiñones, “a quien Borges reverenciaba”, “no tenía éxito de lectores”. “Lo que Fernando Quiñones ha hecho aquí es proyectar partes de sí mismo en la figura de Miguel Pantalón. Quiñones era el Pantalón de la poesía”, ha apostillado.

Al hilo de estas reflexiones, “El Brujo” ha aludido a la figura del recientemente fallecido Enrique Morente. “Era un ejemplo de libertad pero en vida le criticaron muchísimo. Ha tenido que morirse para que le llenen de elogios”, ha lamentado.

LEY SINDE

En otro orden de cosas y preguntado por la conocida como 'Ley Sinde', Rafael Álvarez ha confesado no estar al tanto de un conocimiento profundo de la misma. “Sólo sé que si a mi me robasen los derechos de autor me joderían y me pongo en el lugar de aquellos a los que les pasa. Afortunadamente, en el teatro aún no puede pasar eso”, ha señalado.

En cualquier caso, “El Brujo” se ha mostrado contundente a este respecto: “No dedico mis horas al estudio de la Ley Sinde. ¡Faltaría más, para eso estoy yo!”, ha exclamado.

Para el artista, Internet es algo “muy reciente que está pasando sus enfermedades infantiles” y está seguro de que cuando transcurran 200 años, quizá menos, se convertirá en algo “normal”, “un instrumento al servicio del ser humano y no el monstruo que es hoy”. Y concluye: “El teatro nunca dejará de ser lo que es, la presencia directa”.

Etiquetas
stats