Caprichosa tijera del censor en las portadas de rock

Efe

Un inocente retrete que figuraba en una esquina de una foto de la banda The mamas's and the papa's fue una de las más ridículas víctimas de la censura del franquismo sobre las portadas de discos de pop-rock, que en cambio dejó escapar desnudos y otras escenas más opuestas a sus principios.

La falta de directrices claras que guiaran la acción de quienes durante décadas decidieron qué canciones y carátulas se podían o no escuchar y ver en España, en total “cinco señores” que “nunca tuvieron criterio alguno del régimen, que les dejaba a su libre albedrío”, determinó esa actuación sin sentido, explica Xavier Valiño, artífice de la exposición Vibraciones prohibidas. Este doctor en Ciencias Políticas y colaborador de programas de radio y revistas musicales ha reunido una colección de casi 300 portadas, hojas interiores y otros elementos impresos de discos que fueron censurados por el franquismo en los años sesenta y setenta y que muestra a partir de este miércoles en Las Palmas de Gran Canaria.

Antes de su inauguración en la capital grancanaria, donde se podrá ver hasta el 5 de julio, Valiño relata que la investigación que le llevó a montar esta exposición, en la que estudió para su doctorado universitario la censura aplicada en España a la música entre 1939 y 1977, le permitió, sobre todo, tomar conciencia de la “sinrazón” de esa criba a la producción artística. Prueba de ello son los resultados del trabajo de los censores que la desarrollaron, que, por ejemplo, obligaron a cambiar la portada original del disco If you can believe your eyes and ears, que editó en 1966 The mamas's and the papa's, para eliminar un simple retrete que aparecía en una esquina de su foto central, donde los miembros del grupo se ven metidos en una tina dentro de un cuarto de baño.

Esa modificación forzada, que puede verse en un apartado de la exposición donde se exhiben “el antes y el después” de esa grabación, al mostrar juntas su imagen original y la retocada para su publicación en España, contrasta, sin embargo, con el hecho de que nadie puso reparos en 1970 a los dos desnudos que figuran en la portada del trabajo Abraxas de Santana. Disco este cuya carátula se puede ver, intacta, solo unos metros más allá de los trabajos censurados que mayoritariamente conforman la muestra, en una sección dedicada a ejemplares que, según resalta Valiño, lograron “escapar a la tijera” de forma “inexplicable”.

“Tapar todo lo que fuera algún trozo de carne”

Entre esas rarezas “salvadas” hay también un vinilo de Miles Davis donde aparece una mujer embarazada desnuda o el Get yer ya-ya's out!, de The Rolling Stones, que refleja el salto de un hombre que luce una camiseta con la foto de unos pechos de mujer que nadie se preocupó de eliminar u ocultar.

Contrasta esa decisión, que el responsable de la exposición atribuye, “probablemente, a un despiste, porque la foto pasa desapercibida a primera vista”, con la persistente tarea que la censura desarrolló en otros casos para “tapar todo lo que fuera algún trozo de carne”. Ejemplos de ello son una recopilación de éxitos alemanes de los sesenta donde se veía de espaldas una “gran madre del rock” que mostraba en primer plano un gran trasero que retocaron para que fuera el de un elefante o el disco Eric Clapton was here, donde salía dicha frase rotulada sobre el desnudo de una chica que fue distorsionado hasta hacerlo irreconocible, dejando sin sentido el mensaje.

También fueron prohibidas o mutiladas imágenes de otro tipo que aquellos censores, caprichosamente, consideraron inadecuadas, como una de David Bowie luciendo un vestido de mujer, otras catalogadas como “favorecedoras de la homosexualidad” o varias sospechosas de incitar al activismo político, como verá quien se acerque a ver esta exposición al Centro de Iniciativas de La Caja de Canarias.

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