El Peine del Viento se inaugura oficialmente treinta años después

El conjunto escultórico El Peine del Viento de Eduardo Chillida fue inaugurado oficialmente este domingo, treinta años después de su colocación en la bahía de San Sebastián, en un emotivo acto en el que representantes institucionales y familiares del artista rindieron homenaje a esta obra mágica.

Familiares de Eduardo Chillida, entre los que se encontraba su viuda, Pilar Belzunce, y varios de sus hijos y nietos, tomaron parte en este acto, con el que se pone fin a la conmemoración del treinta aniversario de la instalación de estas tres grandes esculturas, que conforman ahora uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad.

De esta manera, el Peine del Viento contó este domingo con la inauguración que no tuvo en septiembre de 1977 para suplir así el vacío social e institucional que rodeó la colocación de estas tres piezas de acero, que surgen de unas rocas visibles en el mar.

La consejera de Cultura, Miren Azkarate, el diputado general de Guipúzcoa, Markel Olano, la presidenta de las Juntas Generales de la provincia, Rafaela Romero, y el alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, fueron algunos de los representantes institucionales que tomaron parte este mediodía en la inauguración oficial de esta obra emblemática, que se convirtió en un sueño para Chillida.

Olano dijo que el objetivo de este acto era “reparar un descuido histórico” e inaugurar un “espacio grandioso” repleto de “magia” en el que conviven “materia y espíritu”, “tradición y vanguardia” y un halo “sobrecogedor” que “interroga” a sus visitantes “por dentro”.

El alcalde de la ciudad, Odón Elorza, opinó que San Sebastián necesita “espacios con magia” volcados al mar para “la convivencia, el amor, la ternura, la libertad” y también para “la despedida”.

Precisamente, este lugar resulta muy emotivo para la viuda de Eduardo Chillida, Pilar Belzunce, quien comentó a los periodistas que este mirador al mar encierra muchos recuerdos para ella.

“Conocí a Eduardo con 14 años y nunca más me separé de él”, indicó entre lágrimas Pilar Belzunce, quien reconoció sentirse “triste, pero activa”.

A pesar de tener ocho hijos y muchos nietos, Belzunce aseguró sentirse “muy solita” sin su esposo que, según dijo, “estará viendo desde arriba” que ella “sigue muy bien” todo lo que “él hubiera querido”.

También se sumaron a la celebración numerosos concejales donostiarras, así como el artista Andrés Nágel y el cocinero Juan María Arzak que, junto a cientos de ciudadanos, quisieron arropar a la familia Chillida.

Aurresku de honor, txistularis, corte de cinta y todos los requisitos necesarios en un homenaje, que se hizo extensivo a todos los trabajadores que hicieron posible la instalación del Peine del Viento, entre ellos el arquitecto Luis Peña Ganchegui y el ingeniero José María Elosegui.

Luis Chillida, uno de los hijos del escultor, quiso recordar a todas las personas que participaron en la ejecución de este espacio “tan especial” que su padre quiso “regalar” a la ciudad con el fin de que “permaneciese para siempre”.

Los actos de conmemoración del treinta aniversario de la obra, celebrados a lo largo de todo el año, finalizarán esta noche con un espectáculo en el que la música y la imagen acompañarán el diálogo entre el hierro, el mar y el viento.

La velada tendrá un momento especialmente emotivo que será cuando se escuche la voz grabada de Eduardo Chillida hablando de su escultura, su obra preferida, que logró colocar en el lugar que más le gustaba de San Sebastián.

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