'La ciudad muerta' de Korngold llega al Real

El Real estrena 'La ciudad muerta', obra maestra de Korngold y una de las grandes producciones de los últimos 50 años

Willy Decker y Pinchas Steinberg dirigen escénica y musicalmente esta coproducción del Festival de Salzburgo y de la Staatsoper de Viena

MADRID, 9 (EUROPA PRESS)

El Teatro Real de Madrid estrenará 'La ciudad muerta', obra maestra de Erich Wolfgang Korngold (1897-1957) “y una de las grandes producciones de los últimos 50 años”. Así lo aseguró el director artístico del coliseo madrileño, Antonio Moral, quien recordó que este espectáculo es una coproducción del Festival de Salzburgo y de la Staatsoper de Viena, que estará en cartel entre el 14 y el 30 de junio.

'La ciudad muerta' se verá por primera vez en Madrid, 90 años después de su estreno en 1920, cuando su joven compositor, de apenas 23 años, estaba considerado un genio en Europa Central. Según Moral, el hecho de que su autor, de origen judío, fuese perseguido por los nazis, lo que le obligó a emigrar a Estados Unidos, y que sea una pieza de enorme complejidad, especialmente para los cantantes y el director de orquesta, “la han arrinconado inexplicablemente” durante 60 años.

Sin embargo, la producción que ahora llega al Teatro Real, revitalizó esta ópera “genial” y “excitante” que “despegó” definitivamente y que ha viajado ya por una docena de países. De hecho, pudo verse ya en 2006 en el Liceo de Barcelona, recordó Moral, quien también aludió a la “dificultad escénica notable” de esta obra que transita entre el mundo real y el onírico y que requiere una “gran sincronización”. “Es una ópera absolutamente cinematográfica en su narración”, afirmó.

FACULTADES ASOMBROSAS

Erich Wolfgang Korngold, cuyas asombrosas facultades musicales innatas y la precocidad en el dominio de la escritura musical fueron comparadas con las de Mozart, deslumbró a los más importantes compositores de la efervescente Viena de principios del siglo XX, como Gustav Mahler, Richard Strauss o Alexander von Zemlinsky.

Las expectativas que creaba cada nueva obra que componía eran tales que los teatros rivalizaban para dar a conocer sus partituras, como pasó con 'La ciudad muerta', tercera ópera de Korngold, que se presentó simultáneamente en las Óperas de Hamburgo y Colonia el 4 de diciembre de 1920, con un estreno bicéfalo sin precedentes.

A su retorno a Europa, ya consagrado en Estados Unidos como uno de los grandes compositores de Hollywood, en un tiempo en que dominaban las corrientes estéticas de vanguardia, Korngold no encontró lugar para su música, que quedó definitivamente apartada de los circuitos musicales europeos.

'La ciudad muerta', basada en una obra teatral del escritor simbolista belga Georges Rodenbach (1855-1898), retrata el funesto drama de Paul, un viudo obsesionado con la memoria de su difunta esposa, Marie, a quien sigue venerando con intensidad neurótica hasta que la fuerza del deseo físico real por una bailarina (Marietta) irrumpe en su vida, entra en sus delirios y quebranta para siempre el mundo mórbido en el que se refugiaba.

UNA DE LAS MEJORES PARTITURAS

Según Pinchas Steinberg, que dirigió 'La mujer sin sombra' en el Real en 2005, 'La ciudad muerta' es para él “la partitura más complicada” por ser una escritura “enorme, llena de 'fortissimos', trompas y trombones” y a la vez tener una “idea musical clara” que pone control a esos elementos excesivos. “Es una de las mejores partituras que conozco de esa época y a pesar de su complejidad, no es tal para quien la escucha”, dijo añadiendo que podría pensarse en una “opereta vienesa” con una “expresión increíble”.

Steinberg recordó que su padre conoció y trabajó con Korngold, por lo que el director alemán tiene un conocimiento privilegiado de su grandiosa ópera, que recuerda a Strauss, Wagner o Puccini, aunque el director señaló que lo importante no son las influencias que recibió sino lo que el compositor “hizo con esa materia”.

Asimismo, Steinberg elogió la faceta de Korngold como autor de música para películas, que le dieron un gran éxito en Hollywood, y calificó de “normal” que tuviera que dedicarse a esta actividad para dar de comer a su familia. “Además, la música siempre es música”, apostilló.

El director alemán estará en esta ocasión al frente de dos repartos, encabezados por Klaus Florian Vogt y Manuela Uhl y Burkhard Fritz y Solveig Kringelborn, secundados por Lucas Meachem, Nadine Weissmann, Susana Cordón, Anna Tobella, Roger Padullés y Eduardo Santamaría y con la Orquesta Titular del Teatro Real (Orquesta Sinfónica de Madrid), el Coro de la Comunidad de Madrid y el Coro de Niños de la Comunidad de Madrid.

UNA “CATARSIS”

Por su parte, Karin Voykowitsch, realizadora de la dirección de escena ideada por Willy Decker, destacó el carácter “extraordinario” de esta partitura en la que “no hay un límite exacto entre el mundo real y el onírico”. “El protagonista experimenta una catarsis que le hace ver que puede superar el pasado”, apuntó.

La puesta en escena se ha resuelto separando el mundo real y el onírico. Así, cuando se hace referencia a la realidad, las paredes aparecen rectas, sin líneas quebradas, mientras que en los momentos de sueño del protagonista están oblicuas y surge un cuarto al fondo en el que se crea a un doble de Paul mientras éste duerme.

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