Una base de datos global para los nuevos servicios de música

LONDRES, 24 (Reuters/EP)

La industria de la música se encuentra trabajando en la creación de una base de datos del repertorio musical para facilitar y acelerar los nuevos servicios de música por Internet y facilitar la gestión de los derechos de autor.

La industria calcula que podrían ahorrarse unos 100 millones de euros al año en gastos de gestión de derechos de autor y restituir a los compositores y a la industria simplificando el actual sistema.

En los últimos años, las discográficas y editores han trabajado duro para conceder los derechos de sus canciones a una serie de plataformas como las redes de telefonía móvil, dispositivos móviles, proveedores de acceso a Internet y grupos de televisión de pago.

El proceso largo y complejo hace que sea más difícil que muchos nuevos servicios consigan despegar, ya que una nueva oferta tiene que firmar concesiones de licencia con muchos de los grupos que cuentan con derechos de grabación y de reproducción.

En el negocio de la reproducción -la parte del mercado que siempre genera ingresos con cada canción que es reproducida en la radio, en anuncios, en películas o por Internet- tiene que pagarse a todos los compositores por cada canción.

Una canción podría tener muchos compositores y estos a menudo firman con diferentes editores.

Un servicio que se pone en marcha en diferentes países también necesitaría aceptar las condiciones de las sociedades de derechos de autor de cada nación en la que opera, lo que supondría una tarea muy complicada.

Sin embargo, actualmente no hay ninguna base de datos centralizada que diga quien tiene el derecho de cada canción sin lugar a duda, lo que significa que es difícil de saber por dónde empezar.

Ahora, la consultoría Deloitte está trabajando para desarrollar una base de datos global del repertorio musical (GRD) para la industria de la música después de la entrada de Universal Music Publishing y EMI Publishing, algunas de las sociedades de derechos de autor y algunos minoristas como Amazon y iTunes.

La Comisión Europea pidió a estos organismo que analizaran el asunto. “Una de las complejidades de los nuevos servicios es que la gente dice que no sabe a quién pagar. Se elimina una de las principales cuestiones e implica que podemos centrar nuestra atención a aquellas personas que utilizan la música de manera ilegal”, explicó a Reuters el vicepresidente de EMI Music Publishing en Reino Unido Neil Gaffney.

En cuanto a Neil Allcock, socio de Deloitte, dijo que se espera que los elementos de la base de datos estén preparados para ser utilizados rápidamente, y apunta a que estará completamente operativa en un plazo de 18 meses a dos años.

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