Otra Copa de Turismo

Desgraciadamente, la actitud con la que vuelve a afrontar el Gran Canaria Grupo Dunas su participación en la fase final de la Copa del Rey es la de haber conseguido el éxito sólo por el hecho de estar en Málaga, más allá de que dé o no la campanada a posteriori. Por ahora es lo que toca, pero sería un crimen abandonarse a tal suerte sin contemplar de forma fehaciente la opción de sorpresa, de victoria. El rol de club humilde, de no romper nunca el guión, de no decirle al rival antes del partido que cabe su derrota, puede ayudar y ayuda de hecho para muchas metas, pero no especialmente cuando ocho egos lucharán por un trofeo del prestigio que tiene la Copa. De vez en cuando, un carácter menos dócil puede contribuir en pos de romper una barrera histórica, la de alcanzar las semifinales. Eso, como todo, lo marcan los dirigentes, pero la plantilla y su entrenador catalán podrían por una vez y aprovechando lo “especial” de la cita dejar salir un mayor desparpajo y, de perdidos al río, buscar algún tipo de estrategia diferente.

En la Costa del Sol se escenificará este 2007 la fuerza del baloncesto español de elite, con un salpicón enorme hecho de ingredientes de diversa índole. El verdadero fin de semana de las estrellas está en la Copa. Se respirará baloncesto por todos lados, pero también negocio. Porque, pese a quien pese, en el deporte profesional las dos circunstancias, deporte y negocio, van de la mano. Uniendo estos dos párrafos, a ver si algún día al menos nuestros hijos pueden ver un Gran Canaria igual de humilde pero con una actitud no llorona, sino de autoconfianza. No de exhibir precariedades, sino de mantener una línea más positiva dentro de las propias posibilidades. No de quejarse, sino de buscar más. No de divisiones y fracturas internas. Y ya puestos a pedir, a ver si algún día tenemos un consejo de administración que se dedique, al menos una parte de él, en cuerpo y alma al trabajo diario que lleva un club ACB. Otros lo han hecho y no les ha ido mal, pero aquí a algunos parece que el Granca le da más de lo que le quita. Así es difícil aprovechar el crecimiento deportivo y llegar a una Copa sin el pañuelo en la mano antes de que empiece la película.

Posdata: ¿Por qué la ACB lucha contra la obesidad infantil y luego patrocina uno de sus grandes atractivos con una marca de bebidas alcohólicas? ¿Y por qué recibe una consejera del Cabildo, que sólo administra el dinero de todos, la insignia de oro de CB Gran Canaria, que no han lucido ni Klein, ni Moran, ni Roberto Guerra, ni Morton, ni Stewart, ni Willy Jones, ni Bernardo Hernández, ni Manolo Hussein, ni Joaquín Costa, ni David Brabender, ni tantos otros?

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