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Fernando Torres, el héroe de Viena

Fernando Torres adquirió el protagonismo que por sus condiciones futbolísticas se había ganado durante mucho tiempo en la Eurocopa de Austria y Suiza de 2008, sobre todo en la final ante Alemania, derribada por un gol del de Fuenlabrada, héroe en el Ernst Happel y que desea serlo ahora también en Sudáfrica.

Este delantero madrileño, alto y rápido, con 72 internacionalidades (el cuarto en activo con más tras Casillas, Xavi y Puyol) y 23 goles en su curriculum, logró el reconocimiento perseguido durante mucho tiempo en la selección nacional. Primero, había vivido a la sombra de Raúl, cuya marcha no le facilitó las cosas y, posteriormente, mientras a David Villa, con el que forma ya una pareja letal, le salían las cosas, él no acababa de cuajar pese a unas características que auguraban grandes cosas.

Criado en la cantera del Atlético de Madrid y clave en los éxitos del combinado nacional en categorías inferiores, donde compartió triunfos con Andrés Iniesta, Torres tuvo que acometer muy pronto la responsabilidad en el club colchonero y hubo muchas esperanzas depositadas en él desde su llegada a la selección con 19 años.

Pero al madrileño le costó arrancar, vivió la decepción de la Eurocopa de Portugal de 2008 y nunca ofreció el mismo rendimiento que en su equipo. De todos modos, tuvo sus momentos estelares como su doblete en Bruselas que permitió a España alcanzar, al menos, la repesca para Alemania 2006, donde, como el combinado, se diluyó con el paso de los partidos.

Presionado siempre por la figura de Luis Aragonés, que le conocía de su paso por el Atlético y le exprimía al máximo, Torres empezó a despertar poco a poco con su fichaje por el Liverpool, con el que en 2007/2008 hizo 33 goles, cuarto en la Bota de Oro. Su hora llegó en Austria y Suiza, realizando un torneo meritorio, pero donde como premio sólo encontró dos goles, uno de ellos, sin embargo, el definitivo, el que dio la gloria continental.

A partir de ahí, la madurez alcanzó definitivamente al de Fuenlabrada, considerado ya uno de los mejores delanteros del mundo y de los más codiciados por los grandes clubes, sobre todo los de la Premier League donde se ha ganado el respeto de sus rivales. Ello además le proporcionó los reconocimientos individuales como ser tercero en el FIFA World Player y en el Balón de Oro de 2008.

En Sudáfrica volverán a ser claves su velocidad, su físico, que le hace capaz de chocar sin problemas con los defensas, su potencia con el balón en los pies que le hacen difícil de frenar y su buen remate de cabeza.

Su único problema las varias lesiones que le han afectado en los últimos meses, la última una en la rodilla derecha, de la que tuvo que ser operado y que puso en peligro su presencia en el Mundial. Sin embargo, llega totalmente recuperado y presto para ser protagonista.

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