Lástima de Real Madrid, el Barça, campeón

Aquí, en Málaga, en 2001, Pau Gasol alcanzó el status de estrella. Lideró al Barça hacia el título de campeón de Copa del Rey, tras imponerse al Real Madrid en una final espectacular. Seis años después todo parece seguir igual. El mismo orden establecido. Gasol sigue en plan estelar. Brilla tanto que incluso es all-star en el Barça, también en Málaga, ganó este domingo otra Copa del Rey (vigésima) al derrotar al Real Madrid en una final de medio pelo, poco brillante y flojísima.

Lástima de Real Madrid. Lástima de final para una Copa del Rey intensa, en la que hubo más igualdad que buen juego y en la que el Winterthur FC Barcelona, dubitativo en el tramo inicial de la temporada, clasificado para la cita de Málaga en el último suspiro y tapado en todas las apuestas al presentarse en del Sol, no desperdició la ocasión para volver a ganar un título. No levantaba el conjunto azulgrana un trofeo desde la etapa, dulce e histórica, de Svetislav Pesic en su banquillo. En aquella época caían Ligas, Copas del Rey y hasta una Euroliga del bando culé. Ahora todo cuesta mucho más en Can Barça.

No perdonó el Barça el desacierto de un Madrid fatigado, extenuado y, sobre todo, colapsado. El equipo de Joan Plaza, en su tercer encuentro en tres días, firmó un partido para olvidar. Sin luces, sin acierto, sin tino, se perdió en una habitación oscura. Sólo anotó el conjunto blanco cinco puntos en el primer cuarto. No es que la defensa culé fuera brillante. No, es que el Madrid no vio aro. Y si vio la canasta del rival, le debió parecer tan pequeña como un hoyo de golf.

El Real Madrid, en los primeros diez minutos del choque, sólo anotó uno de los diecisiete lanzamientos de campo que intentó (cero de ocho en triples). Un escándalo. Un lastre que le condenó para el resto del duelo ante un Barça sólo correcto que, bajo la dirección de una acertado Lakovic -en su único día de inspiración en Málaga- y los puntos de Juan Carlos Navarro, Jordi Trias y Fran Vázquez empezó a abrir hueco en el marcador al ritmo que marcaba su motor diesel, sin mucha potencia, pero firme y seguro.

El primer cuarto terminó con un parcial para sonrojo del Real Madrid: 5-21. Y ahí se acabó un partido ante un Barça que afinó con precisión máxima su defensa (en algunos momentos fue un muro para su rival) y que, de paso, dejó constancia de su mejoría. Ineficaz a incio de temporada, el equipo azulgrana se presentó en Málaga tras sumar cuatro triunfos en las últimas cinco jornadas de la ACB -la única derrota la encajó en el Centro Insular de Deportes hace justo una semana ante el Gran Canaria Grupo Dunas (80-70)- y en la Costa del Sol logró algo inédito hasta ahora en una fase final de la Copa del Rey: ganar los tres partidos por más de 10 puntos de diferencia.

Tras el ridículo inicial, no mejoró la situación para el equipo de Joan Plaza en los tres siguientes asaltos, en los que anotó 48 puntos. Sólo el coraje de Felipe Reyes y Axel Hervelle evitaron el ridículo para un club que no gana del Rey desde 1993. De Louis Bullock no se sabe nada. Incluso hay quién espera aún por él en el Martín Carpena. Empieza a pesar sobre el escolta de Washington una extraña sensación: a la hora de la verdad, en los partidos con un título en juego, desaparece. En España sólo ha ganado un título: la Liga ACB que se adjudicó el Real Madrid en el Buesa Arena tras remontar 8 puntos de desventaja en los últimos 40 segundos.

Aquella hazaña blanca, con Boza Maljkovic en el banquillo y culminada por un triple descomunal de Alberto Herreros, se trazó con Bullock en el banquillo después de hacer su quinta falta personal. Su sustituto, precisamente, fue Herreros. También pesa en el curriculum del escolta estadounidense su excesiva retahíla de lanzamientos a canasta en la final de Copa del Rey, en 2005 en Zaragoza, ante el Unicaja Málaga. Aquella dependencia, ordenada por Maljkovic, condenó al Madrid y Bullock, sensacional ante el Gran Canaria Grupo Dunas en cuartos de final, naufragó en la final.

La experiencia, las mil batallas ganadas por Dusko Ivanovic, ese sargento de hierro que este lunes mostró más alivio que satisfacción por ganar su primer título con el Barça (su relación con buena parte de la afición del Palau Blaugrana es poco cordial), también pesó en el duelo de banquillos. El técnico balcánico ganó la partida, desde el primer movimiento de peones, a Joan Plaza, que fue incapaz de dar con la tecla adecuada para revertir la situación. No funcionó nada en el Madrid. Los bases, Kerem Tunçeri y Raúl López, no pudieron con un Lakovic providencial ni con un Rako Ukic bien apañado en las rotaciones. Con los aleros no fue mejor la cosa. Charles Smith no vio aro. Marko Milic puso en entredicho su reincorporación y Marko Tomas no aportó nada. En los pívots, Reyes y Hervelle aguantaron el tipo ante el zipizape montado bajo los tableros por Trias y Vázquez.

Al Barça, tras el meneo incial, le valió con mantener el ritmo. Se permitió el lujo hasta de no depender en exceso de Juan Carlos Navarro, como casi siempre esta temporada. En 2001 ganó la Copa del Rey ante el Real Madrid protegido por la magia de Pau Gasol. Este domingo sólo tuvo que aprovechar el naufragio de un Madrid que no gana la Copa del Rey desde 1993 para repetir título.

Ficha técnica:

Real Madrid (53)Barcelona (69)

Real Madrid (5+10+20+18): Tunceri (6), Bullock (15), Tomas (3), Reyes (14), Hernández Sonseca (-) -cinco inicial-, Hervelle (10), López (-), Smith (4), Milic (-), Sekulic (2).

Barcelona (21+10+16+22): Lakovic (16), Navarro (14), Basile (-), Trías (10), Vázquez (8) -cinco inicial-, De la Fuente (-), Marconato (-), Kakiuzis (3), Ukic (8) y Grimau (10).

Árbitros: Arteaga, Pérez Pérez y Hierrezuelo. Señalaron técnica a Joan Plaza, entrenador del Real Madrid, por protestar (m.13).

Incidencias: encuentro correspondiente a la final de la Copa del Rey 2007 disputado en el Pabellón Martín Carpena ante unos 9.500 espectadores. Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte; Ramón Calderón y Joan Laporta, respectivos presidentes del Real Madrid y del Barcelona; el presidente de la Asociación de Clubes, Eduardo Portela, el de la Federación Española, José Luis Sáez; el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; Antonio Garde, director general de Deportes de la Comunidad de Madrid; los presidentes de las Federaciones Madrileña y Catalana, Juan Martín Caño y Enriq Piquet; así como José Vicente Hernández, seleccionador nacional, presenciaron el encuentro desde el palco.

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