El 2007 en la Unión Deportiva, marcado por el protagonismo de Juanito
El año 2007 que ha cerrado la UD Las Palmas ha tenido, por encima de todos, el nombre propio de Juan Rodríguez Juanito, actual director técnico del club y acreedor de los mayores elogios por parte de aficionados y prensa especializada, así como objetivo de las peores críticas.
Juanito, quien dispone de un poder absoluto en la parcela futbolística de la entidad, logró que, a finales de la temporada pasada, y no sin apuros, el conjunto isleño mantuviese la categoría, evitando así el desplome que hubiese supuesto el descenso a Segunda división B.
Esta etapa duró hasta el mes de junio, y al amparo de los resultados Juanito pudo subsanar notables errores cometidos en materia de fichajes y ganar crédito para la temporada siguiente, en la que, por primera vez, encabezó un proyecto desde el principio, a diferencia de periplos anteriores en el banquillo.
Pero fue comenzar esta campaña y derrumbarse todas las ilusiones engendradas en verano con incorporaciones de hombres con experiencia en Primera -Merino o Capi- y renovaciones de postín -David García y Marcos Márquez-.
Los malos resultados acabaron contagiando a una afición que, de manera reiterada, solicitó la dimisión de Juanito, que se produjo a la conclusión de la décima jornada tras la derrota ante el Granada 74 (0-1). Ahí se acabó el ciclo del tinerfeño quien había dirigido de manera interrumpida al equipo durante todo el año.
El revulsivo que pretendió la directiva presidida por Miguel Ángel Ramírez con la contratación de Juan Manuel Rodríguez, un viejo conocido de la casa, ha tenido efectos intermitentes.
Debutaron canteranos -Sergio Suárez o Dani Castellano- y hubo partidos llenos de mérito, pero la Unión Deportiva sigue colista, puesto en el está encallada desde el pasado 20 de octubre.
Con los altibajos deportivos, la entidad aún no ha logrado cerrar otro frente crucial en su futuro: la administración concursal, aún pendiente de la sentencia definitiva del juez Miguel Losada y con alteraciones importantes que han hecho tambalear su vigencia y rescatar los fantasmas de la disolución.
Quedan para el año 2008, por tanto, deberes pendientes: por un lado, cerrar el proceso concursal y, ya sobre el césped, corregir una trayectoria errática que, a día de hoy, pone en serio riesgo la permanencia en la categoría.
