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Un partido sufrido

Hasta el último cuarto tuvo que remar el conjunto claretiano para llevarse el gato al agua y conseguir un triunfo agónico, que hizo estallar de júbilo a la hinchada grancanaria, tras cuarenta minutos de mucha tensión donde se tenía el miedo del descenso.

Al final, la estelar aparición de Bellas en el cuarto periodo decantó la balanza para los amarillos, en un partido que se podía haber llevado cualquiera, pero las ganas y el empuje del conjunto claretiano fue suficiente para conseguir amarrar el partido.

Pedro Martínez no paró ni un solo segundo del partido, donde parecía que en cada acción iba a meterse en la pista, con el nerviosismo que le inundaba. Al final, con el sosiego de la victoria reconoció la exigencia del choque y de un digno rival, que se marcha a la LEB Oro. “Un partido tremendamente sufrido, con un Valladolid que ha hecho un partido buenísimo, jugando con muy alto nivel durante tres cuartos, jugando con el ritmo. Nosotros sufriendo mucho, fallando tiros buenos pero trabajando duro”, reconoció el técnico claretiano, que atribuyó la victoria el buen hacer de sus hombres interiores. “Han estado muy bien nuestros pívots en defensa, en la segunda parte nuestros cuatros sobre los suyos también han estado muy bien”, expresó.

La alegría no se podía borrar del rostro de los grancanarios, que se vieron contra las cuerdas durante más de treinta minutos, pero al final la paciencia y el buen trabajo acabaron dando sus frutos. “Hemos de estar contentos porque, a pesar del momento que estamos pasando, el equipo ha demostrado personalidad y han estado metidos en el partido. Hay que felicitar a todos porque mentalmente era un partido difícil de afrontar, pero han estado muy bien”, concluyó el entrenador catalán.

Por su parte, su homólogo en el banquillo pucelano, triste por la derrota y por el descenso de categoría, achacó la derrota al bajón físico dado por sus jugadores en los instantes finales, tras pasarle factura las pocas rotaciones con las que contaba el Blancos de Rueda Valladolid. “Ha sido un partido muy igualado, donde los dos equipos lo hemos peleado al máximo y nosotros hemos tenido opción hasta donde nos han llegado las fuerzas”, dijo Roberto González sobre sus pupilos, argumentando también que el CID había jugado un papel decisivo.

“La limitación de banquillo y el cansancio acumulado nos ha quitado esas opciones de ganar el partido. En el último cuarto, el Gran Canaria ha apretado mucho, el pabellón también apretó mucho y se llevaron un partido muy importante”, expresó el técnico vallisoletano, apesadumbrado por decir adiós a la ACB.

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