Rechazo sindical y empresarial a un nuevo impuesto que grave las bebidas azucaradas y la bollería

Bebida azucarada.

Agencias

Las Palmas de Gran CAnaria —

UGT Canarias sospecha que tras el futurible impuesto a los productos azucarados que planea instaurar el Gobierno regional “se esconde la intención de establecer nuevas medidas fiscales para favorecer a los empresarios”, entre ellas la disminución del IGIC turístico.

Así lo puso este viernes de manifiesto en un comunicado el secretario general del sindicato en las islas, Gustavo Santana, para añadir que “gravar los refrescos y la bollería podría buscar compensar el descenso en la recaudación que provocarían las mejoras fiscales para los empresarios”.

Además, la organización sindical ha recordado que el actual IGIC no ha sido “impedimento” para que Canarias continúe batiendo récord de ocupación y supere, año tras año, todas las expectativas.

“Algo que --continuó Santana-- lamentablemente no tiene un efecto directo en el empleo o en la mejora de las condiciones laborales, pero si en los casos de explotación”.

Además, consideró que la medida anunciada por la consejera de Hacienda, Rosa Dávila, solo tiene un afán recaudatorio, ya que “no va acompañado de otras políticas para la promoción de la salud”. “No hay mejor política sanitaria y que luche directamente contra la malnutrición, que un plan eficaz de empleo y la garantía en las empresas de que se cumplen los convenios colectivos”, matizó.

Adelgazar la administración, no crear impuestos

El Círculo de Empresarios de Gran Canaria ha sugerido este viernes al Gobierno canario que, si busca conseguir recursos para financiar sus políticas, haga “adelgazar a la administración”, en lugar de establecer nuevos impuestos que “sustraen” al ciudadano su capacidad adquisitiva.

Este grupo de grandes empresarios de Gran Canaria responde de esta manera a las declaraciones de Dávila (CC).

“La clase política, en lugar de devolver el sacrificio hecho por los ciudadanos a lo largo de los años de crisis, pretende seguir imponiendo tasas tanto a empresas como a productos para engrosar a un más sus cuentas públicas. Esto es algo que no podemos permitir”, sentencia esta organización patronal, en un comunicado.

El Círculo de Empresarios de Gran Canaria opina que el posible impuesto a las bebidas azucaradas “se enmascara” hablando del problema de la obesidad, lo mismo que la nueva tasa a los carburantes se presentó como “céntimo verde” para financiar políticas de biodiversidad o de recuperación de espacios degradados.

Sin embargo, a su juicio, se trata en ambos casos de “atracos al bolsillo” del ciudadano, que solo merman su capacidad adquisitiva.

“Los ciudadanos y las empresa de Canarias ya soportan una excesiva presión fiscal desde 2012, cuando el entonces presidente, Paulino Rivero, impuso una subida del tipo general del IGIC del 5 % al 7 %”, defiende este colectivo de empresarios.

El Círculo sostiene que, con iniciativas como la de crear nuevos impuestos, el Gobierno de Canarias “puede perjudicar más que ayudar a la recuperación” económica del archipiélago.

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