Salgado defiende sus previsiones frente a las del FMI, que considera pesimistas por falta de datos
ESTAMBUL, 6 (EUROPA PRESS)
La vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, defendió hoy las previsiones económicas del Gobierno frente a las realizadas por el Fondo Monentario Internacional (FMI), que considera pesimistas, dado que no tienen en cuenta ciertos datos como la evolución de las exportaciones o de la inversión en vivienda.
Salgado, que participó hoy en Estambul en la asambleas de otoño del FMI y del Banco Mundial, trasladó al FMI esta información adicional, así como el incremento impositivo aprobado por el Gobierno, que permitirá reducir el déficit del Estado en 2010 al 5,4% del PIB, tres décimas menos.
Según el organismo internacional, la economía española se contraerá un 0,7% en 2010, frente al descenso del 0,3% estimado por el Gobierno, mientras que para este año prevé un déficit público superior al 10% del PIB, frente al 9,5% previsto por el Ejecutivo español.
LO PEOR DE LA CRISIS HA PASADO.
La titular de Economía también indicó que lo peor de la crisis económica en España ya ha pasado, aunque eludió pronunciarse sobre si se había tocado fondo, dado que admitió que aún se registrarán varios trimestres con crecimiento negativos, si bien afirmó que a partir del primer semestre de 2010 está previsto que se registren los primeros aumentos intertrimestrales de signo positivo.
En cuanto al FMI, Salgado destacó la importancia que tiene el organismo internacional en la tarea de supervisión de las políticas económicas y del sistema financiero, y resaltó el elevado nivel de consenso entre los países que conforman el Fondo en torno a los parámetros necesarios para salir de la crisis y alcanzar un crecimiento económico elevado.
También indicó que es importante mantener la coordinación en las estrategias de salida de la crisis, y trasladó que el FMI es partidario de mantener a corto plazo las políticas de estímulo adoptadas para ir retirándolas poco a poco, si bien considera que no necesariamente se deben retirar al mismo tiempo en todos los países, sino que cada uno deberá valorar sus propias circunstancias.
En cuanto a la reforma del FMI, Salgado apuntó que el cambio de las cuotas en el organismo debe tener en cuenta el peso de los países en la economía mundial, y apostó por que no sólo se contemple la infrarrepresentación de los países emergentes, sino también de otros países que, como España, también se encuentran en esta situación.
