Sanahuja no acude a declarar en la causa abierta contra Joaquín Rivero

MADRID, 14 (EUROPA PRESS)

El expresidente y exaccionista de control de Metrovacesa Román Sanahuja no ha acudido al juzgado a declarar como testigo dentro de la causa abierta contra su predecesor al frente de la inmobiliaria, Joaquín Rivero, por presunto abuso de información privilegiada cometido con la compra de acciones de la compañía por la que obtuvo un beneficio de 2,8 millones de euros.

Sanahuja, que estaba citado a comparecer ante el Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, no justificó el motivo de su ausencia, por lo que se enfrenta a una multa de 250 euros y a ser obligado a declarar por la fuerza en su domicilio o acudir al juzgado, según establece el artículo 154 de la Código Procesal Penal.

A la citación asistieron el fiscal Alejandro Luzón, responsable de la querella, así como el abogado de Rivero, Javier Sánchez Junco, y el letrado de Metrovacesa, José Antonio Choclán, que ejerce la acusación particular. El fiscal explicó que insistirá en pedir al juez su declaración.

Sanahuja estaba citado para declarar sobre el acuerdo que alcanzó el 24 de diciembre de 2005 con el empresario Luis Portillo y con Joaquín Rivero para venderles las acciones que tenía de la inmobiliaria a 57,5 euros por acción, un precio “notablemente superior” a la cotización de esas fechas (51,5 euros), según explica la Fiscalía en su querella.

Este pacto no se hizo público para el mercado hasta el 30 de diciembre del mismo año, lo que provocó una “notable revalorización” de las acciones.

Así, entre el 24 y el 30 de diciembre de 2005, Rivero, que aún era presidente de la inmobiliaria, preparó cuatro operaciones, que se contrataron el 29 de diciembre, por las que Metrovacesa vendió 617.500 acciones de su autocartera a distintas entidades financieras y a precios de mercado.

Tras la publicación del acuerdo con Portillo, dichas entidades transfirieron las acciones a las sociedades Quimafa y Eusko Levantear, al precio convenido más una comisión, “en todos los casos muy por debajo del precio del mercado”, según mantiene la fiscalía.

En diciembre de 2007, el consejo de administración de Metrovacesa aceptó la dimisión de Rivero como presidente de la compañía, y nombró a Sanahuja su sustituto, tras el acuerdo de separación alcanzado por los principales accionistas de la inmobiliaria, tras la guerra mantenida entre ambos por el control de la empresa.

Justo un año después, la familia Sanahuja, primer accionista de Metrovacesa con el 80,6% de su capital social, cedió a seis grandes entidades financieras acciones de la inmobiliaria por cerca del 54% de su capital social para hacer frente a la deuda de unos 4.000 millones de euros que contrajo al financiar la compra de la compañía.

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