Nueva Canarias reclama una revisión “profunda” del modelo energético tras el “varapalo” de Competencia al gas

El diputado de Nueva Canarias, Román Rodríguez, conversa con el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, y la consejera Rosa Dávila

Canarias Ahora

Las Palmas de Gran Canaria —

Nueva Canarias (NC) ha reclamado este sábado una revisión “en profundidad” del modelo energético de Canarias tras el “varapalo” de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a la central de gas de Granadilla. 

El presidente de los nacionalistas de izquierdas, Román Rodríguez, ha insistido en la necesidad de iniciar un proceso de transición energética hacia un nuevo modelo basado en las renovables, “impulsado” tras las medidas acordadas con el presidente estatal, Mariano Rajoy, sobre los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2017 y el nuevo Régimen Económico y Fiscal (REF) en sus aspectos económicos, en tramitación en el Congreso.

Se trata de la puesta en marcha de un plan canario de transición energética, “reforzado” por la eliminación del impuesto al sol, la ampliación del cupo de la potencia de las energías limpias en 300 megavatios y por una “decidida apuesta” por el autoconsumo, ha explicado la formación nacionalista.

Para NC, estas tres medidas, entre otras, y el enorme potencial natural de las islas en materia eólica y fotovoltaica “posibilitará” a Canarias articular un sistema que “avance en la autosuficiencia, reduzca la contaminación y abarate la energía” para los hogares, las empresas y el sector primario. Román Rodríguez incidió además en la posibilidad de crear miles de puestos de trabajo y dotar al principal motor económico de las islas, el turismo, de “otro valor añadido”.

La CNMC ha propinado, según Rodríguez, un “duro golpe” a la regasificadora de Granadilla al cuestionar la viabilidad económica de un proyecto que comenzó a gestarse en 1988 y que “se ha quedado obsoleto dado el desarrollo tecnológico, la eficiencia y el abaratamiento de la producción de las renovables”. En estos momentos, observó, el coste de producción de un megavatio de energía limpia en las islas es de 80 euros, la mitad de la fósil, que es de 180 euros.

Tras indicar que el citado dictamen no es vinculante pero sí perceptivo, Rodríguez se ha ratificado en la idea de que Canarias “ya dispone de las bases para pasar” del actual modelo “dependiente, contaminante, caro y controlado por los grandes oligopolios de los combustibles fósiles (petróleo y gas)”, a otro “más democrático, menos costoso, eficiente y seguro”, centrado en las energías limpias.

El dirigente nacionalista instó al Gobierno de Clavijo a “no empeñarse” en un proyecto “fracasado y a modificar” la estrategia en esta materia. Para NC, las Islas tienen que adaptarse al desarrollo tecnológico y la potencialidad de las renovables para “no convertir” el puerto de Granadilla en lo que derivó el aeropuerto de Castellón

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