Ramón Trujillo: “Nunca tan pocos engañaron tanto y a tantos”

Ramón Trujillo, candidato por IUC-Los Verdes (Canarias Decide) a la Presidencia del Gobierno de Canarias

Belén Molina

Santa Cruz de Tenerife —

Ramón Trujillo hace doblete en las elecciones del próximo domingo, y opta a la Alcaldía de Santa Cruz de Tenerife a la par que a la Presidencia del Gobierno de Canarias por la coalición de Izquierda Unida-Los Verdes (Canarias Decide). Tanto a escala regional como municipal considera que priorizar las políticas sociales es esencial ante un panorama de califica de emergencia social.

Resume la situación en una sola frase. “Nunca tan pocos engañaron tanto y a tantos”. Por eso promete que “si nosotros gobernamos, la prioridad será converger en gasto social con el resto del Estado”.

Las opciones de concurrir con otras alternativas participativas no ha cuajado ni para Santa Cruz de Tenerife ni para el Parlamento autonómico, aunque sostiene en una entrevista con Canarias Ahora que “hemos sido de lo más generosos, anteponiendo un proyecto electoral a nuestras siglas, pero al final no se pudo llegar a acuerdos, no por nosotros, sino por la oposición de otros”.

Considera, no obstante, que lo primordial es dar una vuelta de 180 grados a la situación de la Comunidad Autónoma, en lo que coincide con otras formaciones. Lo que varía es el cómo.

“Hemos sufrido 30 años de gobiernos insensibles, ineficaces e incapaces”, asevera. “Los datos de la Fundación BBVA son claros: somos la comunidad autónoma con más necesidades sociales pero con menos gastos en servicios sociales. El déficit por número de habitantes es de 1.800 millones de euros menos que el resto del Estado. Los que se llenan la boca con infraestructuras que no hacen falta, no piden que se invierta más en un pilar tan esencial para la sociedad canaria”, recalca.

Y aporta más datos, algunos demoledores. Por ejemplo, que “somos una comunidad con un nivel de renta del primer mundo que tiene indicadores del tercer mundo. Somos la segunda región de 272 de la Unión Europea en desempleo. Somos una Comunidad Autónoma que tiene cinco veces más corrupción que el resto del Estado. Tenemos de los peores indicadores en educación y en atención a las personas dependientes”.

Insensibilidad e injusticia

“Tenemos más del 35%, de la población bajo el umbral de la pobreza, con listas de esperas quirúrgicas de más de 25.000 personas, con listas de espera por especialidades médicas de más de 19.000 personas, con miles de personas pendientes de ayudas de dependencia, en las que ya hay más de 23.000 receptores de estas ayudas, con un abandono y fracaso en la educación de casi el 32 por cierto del alumnado, por encima de la media europea, que está en el 12 por ciento”.

Las familias han perdido un 10 por ciento de su poder adquisitivo pero el gasto en educación ha crecido en un 30%.Tenemos el doble de personas que la media nacional que no se puede permitir comer carne, pollo o pescado cada dos días, que no pueden pagar sus tratamientos médicos, y eso está dentro de la etiqueta del hambre, diabéticos que no pueden seguir las dietas. Y eso es sufrimiento.

Porque, en su opinión, “sin duda algo se ha hecho mal cuando 52.000 hogares no tienen ingresos, mientras que la Prestación Canaria de Inserción, las PCI, solo cubren a unos 5.000 hogares. Es durísima la insensibilidad social, durísimo el engaño permanente del tripartito (PSOE, PP, CC) con una ley electoral que se ha perpetuado haciendo trampas y que es necesario modificar para suprimir las barreras y porcentajes de votos para las circunscripciones insulares o a nivel total de toda Canarias, de forma que la relación de votos y escaños sea equilibrada y proporcional, según el número de votos y el tamaño del territorio”.

El candidato de la coalición de izquierda asegura que “frente a todo este desastre, creemos en una alternativa, creemos de verdad en que es posible cambiar los indicadores actuales, pero antes, con los datos en la mano, es necesario que se conozca que se ha condenado a esta comunidad a vivir por debajo de sus posibilidades, porque por el nivel de renta que tenemos no se explica qué nos está pasando. Quienes engañaron una vez, volverán a hacerlo en el futuro. Hay que darles la espalda”.

Su discurso es el discurso de la izquierda conocida (“pero modernizada con aportaciones de ecologistas, feministas y otros actores sociales”). Y como tal, Ramón Trujillo defiende una reforma fiscal contundente en pago de impuestos, lo que salpica desde las políticas municipales hasta estatales.

Desigualdad en aumento

“Hay que dejar de lado el lenguaje del victimismo. Hay que hacer una reforma fiscal, que quien tiene más pague más. Tenemos la segunda tasa de pobreza en autónomos de Europa, porque hay autónomos que apenas pueden llegar a fin de mes, pero paga lo mismo a la Seguridad Social el gran empresario que el pequeño comerciante o el profesional. Eso debe variar. Cada cual debe pagar según sus capacidades. Es un principio esencial para cualquier persona de izquierdas”.

Durante los cuatro primeros años de la crisis, la desigualdad creció un 11 por ciento mientras que en el resto de España creció un 8 por ciento. Esto es lo que ha habido y seguirá habiendo con quienes han gobernado siempre. Dese cuenta de que los propietarios de más de 50 inmuebles han aumentado un 18 por ciento, mientras otras personas son echadas de sus casas. No se puede seguir así“.

Su programa electoral lo sustenta en dos bases: la democracia participativa y la defensa y protección del medio ambiente. Es, además, una de las pocas formaciones que concurren a las urnas con un apartado dedicado a la defensa de los animales. Pide que las iniciativas legislativas populares sirvan para crear, reformar o derogar normas, y que se sometan a referéndum todas las decisiones de transcendencia autonómica, insular o municipal.

“Hay que fomentar la participación ciudadana, que los propios ciudadanos puedan cesar cargos como el del alcalde, que pueda opinar en la gestión de los bienes y servicios públicos. Ahora vivimos instalados en la injusticia social y en una falsa democracia que da de lado al pueblo. Eso hay que cambiarlo, y puede cambiarse con un nuevo modelo económico que se sustente en los derechos humanos”.

Para lograrlo, cree sustancial no sólo una reforma fiscal, sino perseguir el fraude fiscal (“las grandes empresas defraudan hasta cuatro puntos del Producto Interior Bruto”, sostiene), y modificar la Reserva de Inversiones de Canarias, las RIC, ya que tal y cómo funciona actualmente “es uno de los motivos que han llevado a Canarias a un índice de pobreza extrema de la mayoría de la población”, indica.

Ello permitirá, asegura, poder implantar una Ley de Reguladora de los Derechos Vitales Básicos. “Hay que garantizar el acceso al agua, a la vivienda, a ayudas al transporte, a la suficiencia alimentaria y energética. Es posible hacer un cambio, y además de posible, es absolutamente necesario”.

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