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El PSOE plantea un Imserso europeo para atraer más turistas a Canarias

El número dos en la lista del PSOE a las elecciones europeas, Ramón Jáuregui

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

El PSOE propone un programa de vacaciones para mayores similar al desarrollado por el Imserso en España en el que participen todos los países de la UE, lo que beneficiaría al sector turístico y a comunidades como Canarias, ha indicado hoy el candidato socialista a las elecciones europeas Ramón Jáuregui.

En Europa hay unos 80 millones de ciudadanos mayores de 65 años, colectivo que va en aumento, y suponen un potencial económico para el sector turístico si se logra un acuerdo entre todos los países, ha dicho Jáuregui durante una rueda de prensa en Las Palmas de Gran Canaria.

El número 2 en la lista del PSOE a las elecciones europeas se ha referido también a los impuestos que pagan los eurodiputados y ha considerado que “tienen pagar en España con arreglo a la fiscalidad que les corresponda” y tributar en su país las rentas que reciben.

En su opinión, si los eurodiputados pagan en las instituciones europeas de acuerdo a un tipo impositivo más bajo, pero “luego tu renta en España es más alta, tiene otro tipo, hay que pagarlo; no tengo dudas”.

El candidato socialista ha recordado que los salarios de los eurodiputados son homogéneos para los representantes de todos los estados, de manera que mientras “en España es un salario alto, en otros países no lo es”.

Jáuregui se ha referido también a las manifestaciones del candidato del PP Miguel Cañete sobre la cabeza de lista socialista a las elecciones europeas, Elena Valenciano, y ha considerado que son muestra “tanto de machismo como de clasismo”, pues sus expresiones dan a entender una superioridad intelectual no solo por ser hombre sino por sus circunstancias profesionales.

En su opinión, Arias Cañete se ha convertido en un “candidato tapado” al que el PP “oculta”: “Le están prohibiendo hacer entrevistas, ir a las radios, entrevistarse en los periódicos”.

Jáuregui considera que sus expresiones no son fruto de “una mala noche”, como ha expresado algún representante del PP, pues se produjeron “en plena serenidad de la mañana” y ha recordado que en el Parlamento europeo existe una gran sensibilidad hacia los asuntos que tienen que ver con la mujer.

El candidato socialista se ha referido también a la necesidad de cambiar la política económica de España y de la UE para recuperar los derechos sociales perdidos en los últimos años, de forma que no se insista en una reducción del déficit mediante más recortes.

“El problema de España no es de gasto”, pues Francia, por ejemplo, gasta más y dedica el 32 por ciento del total a políticas sociales, mientras que en nuestro país no alcanzan el 25 por ciento.

Para Jáuregui, la cuestión está en aumentar los ingresos, y para ello, es necesaria una reforma fiscal, con una fiscalidad progresiva que permita la igualdad y obtener más recursos de quienes más tienen, al tiempo que se combate el fraude fiscal y “la subcultura fiscal” sobre la defraudación.

El candidato europeo considera que el deterioro del mundo laboral actual solo puede combatirse desde una Europa fuerte que frene las presiones de otros países que imponen la devaluación, pues “la competitividad europea no se construye con descohesión social”.

Asimismo, ha recordado que los socialistas han promovido que todos los países de la UE tengan un salario mínimo, que cada estado fijará por separado y que debería ser aproximadamente el 60 por ciento del salario medio del país.

Jáuregui considera que la UE debe impulsar tanto la unión monetaria como la fiscal y la bancaria, con medidas que afectan a la vida cotidiana de los ciudadanos, y permitan, por ejemplo, mayor liquidez y crédito tanto a las familias como a las empresas.

Para ello, ha opinado, hace falta “una Europa fuerte”, con “una fiscalidad transnacional”, de la que están excluidos tanto los nacionalismos internos de los estados miembros, como el nacionalismo que lleva a los países a no querer ceder soberanía a la Unión, o “nacionalismos mezquinos y anácronicos” que impiden una Europa social y federal.

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